- El diputado de Unidas Podemos Juantxo López de Uralde advirtió ayer del “previsible aumento de la sismicidad en el entorno de la falla de Loiti” que puede provocar el proyecto Mina Muga, que además “podría afectar al embalse de Yesa y a los deslizamientos que se han producido en sus dos laderas”. López de Uralde, que participó en una sesión de trabajo en el Parlamento, afirmó que este caso le recuerda “demasiado a Castor, la plataforma de gas que indujo una serie de movimientos de tierra y hubo de ser clausurada”. Criticó el papel de la Administración “quien, entonces, tampoco hizo estudios sobre posibles riesgos sísmicos”.

“Estamos hablando de cuatro millones de toneladas anuales de residuos que quedarán almacenados en una gran montaña, la contaminación salina de cauces y acuíferos, una desmedida carga de transporte, cifrada anualmente en 102.500 camiones pesados en las carreteras hasta el puerto de Bilbao, puesto que no se ha conseguido transporte por ferrocarril, y un excesivo consumo de agua equivalente al suministro de una ciudad de 165.00 habitantes”, destacó.

Uralde resaltó la importancia de enmarcar este proyecto dentro del “gran aumento en el número de licencias de prospección y en la concesión de nuevos proyectos mineros”. “Solo en 2018”, dijo, “se presentaron más de 2.000 solicitudes de actividad minera en España”. Señaló la importancia de actualizar la ley de minas, “una norma obsoleta que se remonta a los últimos años de la dictadura”. “Una concepción desarrollista y ajena a la justicia social y ambiental, que busca promover actividades extractivas sin integrar adecuadamente los objetivos medioambientales o sociales en su diseño, tramitación y ejecución”, criticó.

Fuentes de Mina Muga manifestaron ayer que la Declaración de Impacto Ambiental, concedida en 2019 y necesaria para seguir con el proyecto, está basada, entre otra documentación, en el informe del Instituto Geológico y Minero de España (IGME), fechado el 27 de julio de 2018, requerido de “manera expresa” por el Ministerio de Transición Ecológica.

Esa memoria, en las conclusiones sobre gestión de residuos y sismicidad recalca que “se considera muy poco probable que las actividades mineras que se pretenden desarrollar sean capaces de disparar o inducir un terremoto, ya que las voladuras, en caso de que se realicen para construir rampas son de baja energía”, resaltó la empresa. Aunque añadió que Mina Muga no va a usar “voladuras” para este fin. Además, el mismo informe añade que a “la vista de los datos disponibles de sismicidad natural, no se descarta que en el período de explotación de la mina se pudiera producir algún terremoto que se pudiera percibir en la superficie (en unas magnitudes de 3 a 5), pero no relacionado con las labores mineras, aunque se produzca en la zona de la concesión”.

Por último, el informe del IGME considera también apropiada “la gestión de residuos y planes de monitoreo y seguimiento propuestos para la posible contaminación de las aguas subterráneas para limitar y detectar posibles afecciones debidas a situaciones imprevistas”.