"Es un año catastrófico para el pimiento del piquillo de Lodosa". Así resumen la situación de este cultivo, considerado el oro rojo de Navarra y una de las conservas cumbre de la industria agroalimentaria, desde la Cooperativa San Isidro de Mendavia. Una enfermedad conocida como sarna bacteriana, causada por una bacteria, ha hecho desplomarse un 70% la producción en esta localidad, la mayor productora de este ecotipo de la variedad Piquillo y autóctono de Navarra.

La enfermedad afecta no solo a Mendavia, sino también a los otros municipios acogidos a la denominación de origen, como Lodosa, la que le da nombre, Andosilla, Azagra, Cárcar, Lerín, Mendavia, San Adrián y Sartaguda, aunque en estas en menor medida. "No recordamos un año peor que este. Hay importantes conserveras cerradas, cuando otros años por estas fechas ocurría lo contrario, no paraban de trabajar", añaden desde la cooperativa, sobre la plaga, que ha despuntado en plena época de recolección, una labor que se efectúa de forma manual entre septiembre y noviembre.

La facilidad de dispersión, su rápida trasmisión, la falta de medios eficaces para combatirla, y la gravedad de los daños que causa, hacen que la sarna bacteriana sea considerada como una de las enfermedades más graves que puede afectar al pimiento en todas las zonas productoras de este cultivo. "En Lodosa no ha afectado tanto, pero la enfermedad está presente en todas las zonas donde se cultiva", explican fuentes de la cooperativa de Lodosa, que aún no pueden cuantificar los daños que provocará la sarna. "Es pronto, habrá que esperar al final de la campaña y la cuantificación que hagan los socios, pero lo que sí sabemos es que las conserveras de aquí van a trabajar menos días. Necesitan kilos y kilos y este año no los tienen. Precisan mucha cantidad de materia prima y si no la tienen deberán parar", añaden antes de precisar que el consumidor normal sí puede acceder a pimientos en compra al por menor.

La sarna del pimiento está provocada por una bacteria llamada Xanthomonas vesicatoria y tiene unos síntomas característicos, explica José Antonio Lezaún, técnico Especialista en Protección de cultivos de INTIA, sociedad pública, adscrita al Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente. "Sobre la planta se observan pequeñas manchas de 2-4 mm de diámetro con el borde oscuro que se pueden ver en el limbo de las hojas y en el pedúnculo pudiendo provocar su caída, lo mismo que cuando afecta al pedúnculo de la flor o del fruto". Estos daños que detalla el experto tienen asociada una pérdida de cosecha y de calidad, "sobre todo -puntaliza- si el destino es para pimiento entero". "El pimiento se rompe al manipularlo en las conserveras porque tiene menos carne", aclaran a este respecto desde la cooperativa de Lodosa.

Esta bacteriosis no es nueva en Navarra, donde ya fue detectada en Navarra en el año 2000, y desde entonces hasta ahora se suele presentar de forma esporádica en algunas parcelas de cultivo de pimiento, según las características climáticas del año. "Puede afectar a cualquier zona de Navarra siendo más frecuente en aquellas zonas que cultivan más superficie de pimiento como es el caso de Mendavia, en donde todos los años se cultiva mucho. Una vez que se dan las primeras infecciones en una parcela, la dispersión de la enfermedad se ve favorecida en épocas de lluvias o de alta humedad y temperaturas de 20 a 30ºC, más graves cuando las tormentas y o granizo provocan pequeñas heridas en las plantas", explica Lezáun sobre las causas y la evolución de la sarna.

Precisamente este final de primavera hemos tenido episodios muy lluviosos y además en Mendavia se han producido tormentas con granizo en el mes de agosto", comenta el experto, con el que coinciden desde la cooperativa de Lodosa: "Ha habido tormentas, humedad y cambios de temperatura y esto ha favorecido a la bacteria", que cuando afecta a tallos y ramas las plantas hace que se quedan raquíticas. "Si la enfermedad provoca defoliación de las plantas, estarán más débiles, si se han visto afectados el pedúnculo de las flores y frutos, pueden caer prematuramente y todo esto se traduce en una menor cosecha", advierte Lezáun desde Intia. "Si afecta directamente a los frutos, lo que no supone ningún riesgo para el consumidor, provoca deformaciones y pérdida de calidad, muchos de ellos inservibles para el mercado", precisa sobre los efectos de una plaga, que en agosto -comentan desde la cooperativa lodosana- no se veía "y en septiembre y octubre corrió como la pólvora".

El pimiento del piquillo, sin embargo, no está condenado por el ataque de esta bacteria durante la campaña de este año. "La incidencia de la enfermedad este año no significa que el año que viene suceda lo mismo. Se deben poner en marcha todas las medidas preventivas disponibles", aconseja. Lezáun enumera los remedios: practicar la rotación de cultivos teniendo en cuenta que además de atacar al pimiento lo hace a otras especies de la misma familia; no utilizar semilla recogida de parcelas que se hayan visto afectadas o que no se conozca su procedencia y utilizar planta sana, proveniente de viveristas autorizados; una vez puesto en cultivo, vigilar la parcela y eliminar las plantas afectadas inmediatamente para evitar la dispersión de la enfermedad. Y si las condiciones climáticas son favorables a la bacteria, es decir, cuando hay largos periodos húmedos, tormentas o granizo, utilizar productos fitosanitarios para la protección del cultivo, teniendo en cuenta que solo protegen antes de la infección y no curan si las bacterias han penetrado en la planta", recomienda el experto de Intia sobre los métodos de control.