- El 90% de los municipios de Navarra presentaba ya en 2018 una base imponible media superior a la de 2008. Pero entre el 10% de los municipios que no ha recuperado su renta se encuentra la capital, Pamplona, cuyos empadronados declararon en 2018 unos ingresos medios de 23.045 euros, 2.840 euros menos que en el año 2008, justo antes del estallido de la crisis inmobiliaria.

La evolución de Pamplona contrasta con la que se registra en diferentes municipios de su comarca, que mejora con cierta claridad, y se explica básicamente por el envejecimiento de la capital, donde miles de personas han accedido a la jubilación, con lo que han visto reducidos sus ingresos de forma sensible. Con una cifra de población estable, que apenas crece un 1% en una década, el número de personas que supra los 65 años, crece algo más de un 22% en este tiempo.

Del crecimiento se han beneficiado casi todos los municipios de la comarca en términos de población, pero unos lo han hecho más que otros si se analiza la renta media. Así, el Valle de Egüés ve caer su renta media en este tiempo por una cuestión puramente estadística: si hace poco más de una década sus datos recogían las rentas de desarrollos urbanísticos de alto precio, como Gorraiz, en la actualidad incorpora ya todo Sarriguren. También desciende en Berrioplano, Aranguren y Cizur. Por el contrario, la renta media crece con claridad en localidades como Orkoien y también en Huarte, con mejoras algo más moderadas en Ansoáin, Burlada y Berriozar, entre otros.

Sin experimentar la caída de Pamplona, Tudela también tiene un comportamiento peor que la media de Navarra, si bien muy cerca de allí, en Corella, es posible identificar uno de los epicentros del crack constructor del año 2008. La localidad ribera declara una renta media de 16.233 euros, unos 2.500 euros menos que hace una década. Fue una de las más castigadas en términos de desempleo entre 2008 y 2013.

Por el contrario, aquellas localidades cuyos vecinos se ocupan en actividades industriales experimentan una mejor evolución. Es el caso de Leitza, cercana a a Gipuzkoa y con la papelera ocupando a cientos de personas, o de Cáseda, cuya renta crece más de un 20% en este tiempo de la mano del empleo que genera Viscofan. También Lekunberri. Peralta y Barasoain crecen de forma notable.