El consejero de Cohesión Territorial, Bernardo Ciriza, considera una "muy buena noticia para los navarros y navarras" la elección de la alternativa de canal para llevar agua a la Ribera. Canasa redactará ahora el proyecto del que se van a beneficiar 70.000 residentes en esta zona de la Comunidad, su industria y 21.522 hectáreas repartidas en 16 localidades. La obra costará 220 millones, de los que la mitad cubrirán los usuarios del Canal. Ciriza no descarta ninguna alternativa de financiación.

¿Cómo valora la decisión adoptada ayer en el seno de Canasa?

Llevar agua de calidad a la Ribera es una prioridad absoluta para sus más de 70.000 habitantes, ya que favorece la cohesión social y territorial al tener el mismo derecho a consumir agua de calidad un vecino de Pamplona que uno de Tudela o Ablitas. Esta infraestructura se convierte en una inversión tractora y estratégica para la industria agroalimentaria, que es motor económico en esta zona, para fortalecer e impulsar su desarrollo económico. Además, con el Canal nos adelantarnos al cambio climático.

¿Qué pasos son los siguientes que hay que dar antes del inicio de las obras?

Hay que ponerse a trabajar en la redacción del proyecto, que elaborará Canasa durante 2021; y será preciso avanzar en la tramitación ambiental, para finalmente licitar y adjudicar las obras de construcción.

Si las obras pueden comenzar en 2022, ¿cuándo podría estar completado?

Prefiero ser prudente al hablar de plazos de ejecución de obra.

¿Qué cantidad de dinero se podrá captar de los fondos de recuperación de la UE?

La segunda fase del Canal es un proyecto susceptible de recibir fondos europeos, y en esa línea trabajamos. Pero, existen otras vías de financiación que no descartamos, como los Presupuestos Generales del Estado. Por eso, contemplamos todas las opciones.

¿Habrá que cambiar la concesión de agua para riego para poder regar las 21.522 hectáreas?

Es una cuestión que no está encima de la mesa a día de hoy.