EHNE de Navarra ha expresado sus dudas de que se vayan a poder transformar 21.000 nuevas hectáreas de regadío con la segunda fase del Canal de Navarra “al no existir posibilidad real de terrenos, actualmente en secano, con la suficiente calidad como para que sean adecuados y, sobre todo, rentables de cara a un uso agrícola intensivo”.

En una nota, el sindicato señaló que “en la Ribera se vienen regando las tierras ubicadas en las terrazas de los ríos que surcan esta zona sin necesidad de que se transformen áreas menos fértiles, lo que no solo lleva a una transformación artificial del paisaje, sino a una sobreproducción poco acorde en términos de sostenibilidad”.

También cuestiona EHNE la disponibilidad de agua para toda esta superficie: “hay estudios que dicen claramente que es imposible, no hay suficiente agua para la suma de las hectáreas de la primera fase, su ampliación y las que sumarían esas 21.000 nuevas hectáreas”.

Ha puesto también en entredicho que “se haya consultado y mucho menos obtenido su conformidad a todos aquellos agricultores que van a verse involucrados bajo los efectos de esta nueva macroinfraestructura”.

“¿Son conscientes realmente de la cuantiosa inversión económica que se van a ver obligados a afrontar, además de la que le corresponderá soportar a las ya maltrechas arcas públicas? ¿Sabe alguien qué costo va a tener la transformación de cada hectárea? Nos preocupa sobremanera que este tipo de actuaciones está provocando el abandono del pequeño agricultor y la entrada de fondos de inversión y similares”, ha manifestado, para añadir que “si estos ya son dueños actualmente de los canales de distribución, no queremos ni imaginarnos qué sucedería si se hacen con el control de la producción”.

Según ha continuado, “dichos fondos de inversión ya se están lucrando de hecho con la gestión del agua en lo que se refiere a la primera fase del Canal”. “Así, se ha hecho público que Acciona, propietaria de la mitad del accionariado de Aguacanal, concesionaria de dicha primera fase, ha vendido su paquete al fondo de inversión francés Meridiam”, comentó.

A su juicio, “el Ejecutivo foral ya lleva acumulados 14 años de pagos en concepto de canon a dicha concesionaria por construcción, mantenimiento y financiación, mientras que en los próximos 16 tendrá que abonar otros 240 millones de euros pendientes, todo un lucrativo negocio a costa del bolsillo del contribuyente”.

El Gobierno de Navarra entiende que las obras de la segunda fase del Canal de Navarra generarán durante los próximos años 3.160 puestos de trabajo a tiempo completo y 217 millones de euros de Valor Añadido Bruto (VAB), según las estimaciones que maneja el departamento de Cohesión Territorial.

La 2ª fase del Canal de Navarra conlleva la construcción de una infraestructura de transporte de unos 70 kilómetros de longitud, que permitirá el abastecimiento de agua de boca de calidad a más de 70.000 habitantes de la Ribera que actualmente no la tienen.

5%

Los modelos que maneja el Gobierno de Navarra y que le sirven para argumentar su defensa de la obra publica más importante de Navarra, contemplan un descenso en el régimen de precipitaciones que podría alcanzar el 5% en el año 2060 en el escenario más desfavorable y que subiría hasta el 10% en el año 2100.