La sacudida de 2020 ha profundizado en las desigualdades del mercado de trabajo. Y ha golpeado con especial dureza a los más jóvenes, cuya tasa de paro en Navarra cerró el año en el 30%, su punto más alto desde 2016. Según el Servicio Navarro de Empleo, 8.809 jóvenes menores de 30 años se encontraban sin trabajo en diciembre, lo que supone un aumento del 48%.

“Ya antes de la pandemia era uno de los colectivos con mayor precariedad laboral, por contar con una mayor temporalidad, unos menores sueldos, una mayor parcialidad, una mayor discontinuidad y un mayor riesgo de sobrecualificación”, alertan los técnicos del Servicio Navarro de Empleo en su informe mensual. Diez meses de pandemia, que han destruido 3.200 empleos en la hostelería, casi 500 en la industria y unos 700 en actividades administrativas y auxiliares, han hecho saltar por los aires la precaria situación laboral de muchos jóvenes que, con un contrato temporal, han sido los primeros en ser despedidos. En estos momentos, apenas uno de cada tres jóvenes que quiere trabajar puede hacerlo en Navarra. Una amenaza en toda regla para el futuro cuando, al mismo tiempo, se mantiene la salida de algunos de los más preparados hacia grandes centros urbanos y económicos.

Navarra es, a pesar de todo, la comunidad con una tasa de desempleo juvenil más reducida. Se sitúa diez puntos por debajo de la media española (en Canarias supera el 60% y en Andalucía, el 50%) y se reparte de una forma bastante equilibrada por sexo, si bien se aprecia ya la brecha que, en edades superiores, se ensancha sin remedio. Entre los hombres no llega al 29% y entre las mujeres ronda el 30,5%. Pero estas cifras, casi diez puntos mejores que las de la Comunidad Autónoma Vasca, por ejemplo, palidecen ante la realidad de mercados laborales mucho más dinámicos, como el alemán (6,1% de paro juvenil), el holandés (9,2%) o el británico (14,2%).

“En todo caso -explican desde el Servicio Navarro de Empleo- sería razonable diferenciar entre jóvenes formados y jóvenes sin formación”. Los primeros están replicando lo sucedido al comienzo de la anterior crisis. “Están abandonando el mercado de trabajo refugiándose en los estudios y abandonando momentáneamente la población activa”. Son los segundos quienes más preocupan, sobre todo por las presumibles dificultades con las que se pueden encontrar en los próximos años, una vez que el mercado se recupere. “Quienes no tienen formación no encuentran acomodo en el mercado de trabajo y todo indica que pueden constituirse como una generación frustrada con los costes sociales que esto supone”.

Ante ello, advierte el SNE, no hay recetas mágicas. Pero sí la necesidad de reforzar el sistema de garantía juvenil, un programa de la Unión Europea que proporciona orientación laboral personalizada para los más jóvenes, y de “implementar medidas que faciliten la creación de empleo en sectores emergentes como la economía digital, ecológica, creativa o del cuidado”.

63%

En el último año, el paro ha crecido en mayor medida entre los más jóvenes. El colectivo donde más se incrementa es el de los trabajadores entre 16 y 19 años.

Navarra29,4%

Total nacional40,45%

La ayuda demográfica. Durante la próxima década, la demografía va a ayudar a reducir la tasa de paro juvenil, pero no logrará, por sí sola, terminar con esta problema. En estos momentos, según los datos de la Encuesta de Población Activa, Navarra cuenta con 63.000 personas entre 16 y 25 años, que o bien se han incorporado al mercado de trabajo o lo harán en los próximos años. Por el contrario, hay unos 55.000 ocupados de entre 55 y 64 años, que van a ir accediendo de manera progresiva a la jubilación.