- La condición jurídica de Caja Navarra no es el único elemento de preocupación ahora mismo dentro de la fundación. El impacto de la pandemia en diferentes ámbitos y especialmente en su principal fuente de ingresos ha condicionado el presupuesto de la entidad, que nace ya en negativo (en torno a un 20% de déficit previsto para este año) y que ya ha sufrido los primeros recortes.

Fundación Caja Navarra afronta 2021 con un presupuesto de ingresos de 6,8 millones de euros y unos gastos de 8,7 millones de euros. De ellos, la mayor parte tienen como destino los centros de atención a la discapacidad, como Isterria (3,12 millones de euros) y a los mayores (808.000 euros). Civican (1,31 millones de euros) y la obra social en colaboración con la Caixa (1,44 millones) completan la mayor parte de una partida de gastos que destina asimismo 655.000 euros a personal. “Se han reducido en un 7%, como consecuencia de la rebaja voluntaria por parte de los empleados, comprometidos con la actual situación”, explica Fundación Caja Navarra en su memoria.

Estos 8,7 millones conforman el presupuesto de obra social más reducido de los últimos años. En 2020, por ejemplo, ascendió a 11,2 millones y en 2019 rondó los 13 millones de euros. Durante los años previos a la crisis de 2008, el presupuesto de la obra social de Caja Navarra llegó a rondar los 50 millones de euros.

Los ingresos previstos se encuentran también muy alejados de los de años anteriores y no bastarán para cubrir los gastos. La entidad ha presupuestado 6,8 millones de euros, de los que 2,68 debían proceder de dividendos de acciones. Pues bien, esta partida se quedará en apenas 1,4 millones de euros, como consecuencia del recorte en el dividendo al que obliga el Banco Central Europeo y que, en el caso de Caixabank se quedará en 2,68 céntimos por título. “El recorte ha sido demoledor”, admitía ayer Javier Miranda, presidente de la Fundación Caja Navarra.

En total, los ingresos financieros de la entidad ascienden a 3,9 millones de euros, al contar la entidad con otras carteras de inversión que en estos momentos son mucho más rentables que las acciones de CaixaBank. El resto se completa con lo que aportan los usuarios (611.000 euros) y, sobre todo, con los 2.02 millones de euros que aporta el sector público para el funcionamiento de Isterria en Ibero y los 178.000 euros que recibe el centro Río Irati.