Mecanizados Industria Auxiliar (Miasa), la última empresa de la familia Huarte en Navarra, ha presentado en el Juzgado la solicitud de liquidación, un paso más dentro del proceso concursal que aboca al cierre a la compañía del sector de la automoción, situada en Landaben, informaron ayer fuentes sindicales.Esta firma, dedicada a la fundición y mecanizado de piezas para el automóvil, solicitó concurso de acreedores voluntario en octubre "para acometer una reestructuración de la deuda y del negocio y mantener la actividad". Sin embargo, apenas hace unos días, los administradores pidieron en el Juzgado la fase de liquidación, que llevará consigo el despido de toda la plantilla, casi un centenar de trabajadores y trabajadoras.

El expediente de regulación de empleo de extinción de contratos afectará a sus 95 asalariados, y se presentará en breve, indicaron estas fuentes.

La empresa ha comunicado al comité, compuesto por cuatro delegados de CCOO, dos de LAB y uno de ELA, que previsiblemente las salidas de los operarios se producirán de manera gradual los próximos meses para cumplir con los pedidos.

A finales de enero la plantilla de taller convocó una huelga para exigir un nuevo pacto de empresa, después de que este decayera el 31 de diciembre. La dirección y la administración concursal proponían una reducción salarial de aproximadamente el 20% y 30 extinciones de contrato. Ante esta situación, los operarios de taller, compuesto por la sección de mecanizado y fundición, aprobaron en asamblea una huelga en la planta de Pamplona.

Además de la rebaja salarial y de los despidos, Miasa adelantó a la parte social la necesidad de aplicar un expediente de regulación de empleo de suspensión temporal de contratos (ERTE) hasta junio. La empresa anunció que su intención era cerrar todos los viernes en esos meses y que iba a valorar "más jornadas, según criterios", recordaron estas fuentes. El ERTE iba a perjudicar a toda la plantilla, excepto al personal de dirección.

Sin embargo, cuando Miasa transmitió a la plantilla que había presentado en el Juzgado de lo Mercantil la liquidación -ya aprobada-, decidieron concluir con la huelga. Fuentes sindicales manifestaron que en el marco de las negociaciones estaban dispuestos a rebajarse el salario un 15% y a asumir un número concreto de despidos.

Ahora, la parte social espera la presentación de la documentación del ERE para extinguir el contrato de las casi cien personas empleadas. Debido a que la empresa se encuentra en proceso de liquidación, la plantilla recibirá las indemnizaciones del Fondo de Garantía Salarial (Fogasa), 20 días por año trabajado con el tope de una anualidad. La dirección ha notificado que, por ahora, la empresa tiene tesorería para las nóminas de febrero y de marzo.

Los administradores intentarán buscar compradores para vender los activos de la planta. "Seguramente trocearán la empresa para subastarla por lotes. Va a resultar complicado lograr un inversor que quiera continuar con este negocio", indicaban fuentes consultadas por este periódico. Con esta liquidación concluyen 52 años de historia de esta planta que fundaron los Huarte, su último bastión industrial en Navarra.