- La incidencia de la pandemia en España en términos de salud también pasó factura a la economía en la misma medida durante 2020: fue el país con la mayor caída económica de la Unión Europea (UE), con un 9,1%, a pesar de que remontó el vuelo durante el cuarto trimestre al superar en un 0,4% el PIB del mismo periodo del año anterior.

Aunque el caso de España es el más claro, esta dinámica es extrapolable a grandes rasgos al resto de países europeos. El producto interior bruto (PIB) de la eurozona se contrajo un 6,8% y el número de personas con empleo cayó un 1,8% en la eurozona en 2020 como consecuencia de la pandemia de covid-19, según los datos publicados ayer por la oficina de estadística comunitaria Eurostat. En el conjunto de la Unión Europea (UE), el PIB se desplomó un 6,4% y la tasa de empleo bajó un 1,6% el año pasado.

Pese a la magnitud de las caídas, estas han sido en todos los casos menores de lo anticipado por la Comisión Europea en sus previsiones económicas del pasado noviembre, cuando proyectó un descenso del PIB del 7,8% en la eurozona y del 7,4% en la UE y una contracción del empleo del 5,3% y 4,5%, respectivamente. Tras empezar a repuntar en el tercer trimestre ambos indicadores, la irrupción de la segunda ola del coronavirus hizo que el PIB volviese a caer entre octubre y diciembre, mientras que el nivel de empleo sí logró seguir subiendo.

Según los datos revisados publicados por Eurostat, el PIB se contrajo un 0,6% en el área de la moneda única y un 0,4% entre los Veintisiete en el cuarto trimestre del año en comparación con el tercero, en ambos casos una décima menos de lo anticipado por la agencia comunitaria en su estimación preliminar del 2 de febrero.

En el tercer trimestre, el crecimiento trimestral había sido del 12,4% en la eurozona y del 11,5% en la UE, las cotas más altas desde que empezaron los registros en 1995, tras el desplome también sin precedentes sufrido en el segundo trimestre, del 11,7% y 11,4%, respectivamente, por las primeras restricciones para contener la pandemia.

En comparación con los últimos tres meses de 2019, la caída del PIB fue del 5% en la eurozona, una décima inferior a la estimación preliminar de Eurostat, y del 4,8% en la UE, con lo que se mantiene cambios. En el tercer trimestre el descenso interanual del PIB había sido del 4,3% y 4,2%, respectivamente.

La economía española fue la que más creció en el último trimestre en Europa, mientras que el PIB de Austria cayó un 4,3%, el de Italia un 2%, el de Francia un 1,3% y el de Países Bajos un 0,1% en comparación con el trimestre previo. El resto de países se mantuvieron en números verdes, por lo que se podría decir que la caída de la media europea a final de año se debe en gran medida a los números rojos de dos de sus mayores potencias como Francia e Italia.

En el conjunto de la UE, Rumanía registró el mayor aumento trimestral del PIB (5,3%), seguida de Bulgaria (2,1%) y Chipre (1,4%); en tanto que los descensos más importantes se observaron en Austria (4,3%), Italia (2%) y Francia (1,3%). Por su parte, la tasa de empleo cayó en el cuarto trimestre un 2% en el área de la moneda única y un 1,7% en la UE, un descenso algo menor que el registrado en el tercer trimestre, con caídas del 2,3% y 2,1%, respectivamente.

El 23% de los trabajos se perdieron en España. El desplome económico provocado por la crisis de la covid-19 se ha traducido en la pérdida de casi cuatro millones de empleos en la UE, según los datos ajustados estacionalmente del cuarto trimestre de 2020 publicados por Eurostat, que atribuyen más de tres cuartas partes del empleo perdido a la zona euro y hasta un 23% a España. Según la agencia estadística europea, en el cuarto trimestre de 2020 la cifra de personas ocupadas en la UE era de 205,6 millones, lo que representa un incremento de 515.000 ocupados respecto del tercer trimestre del año pasado, pero una caída de 3,52 millones interanuales.