Cerca ya de colmarse los barrios de Lezkairu y Erripagaina, las dos grandes urbanizaciones de la última década en los alrededores de Pamplona, la Asociación de Constructores y Promotores advierte de que comienza a haber problemas de suelo. “No estamos quedando sin él”, dice Las Navas. No lo ve así el Gobierno de Navarra, cuyo consejero José Mari Airerdi, explicaba hace unos días que existe suelo suficiente y planificado para hacer unas 17.000 viviendas en la comarca cde Pamplona. La clave es el dónde. Mientras los constructores y promotores apuestan por activar Etxabakoitz, donde habría que resolver antes la llegada del TAV (es una de las ubicaciones que se contempla) o el traslado de la planta de Huntsman (la antigua Inquinasa), a quien habría que compensar económicamente, el Gobierno apuesta por desarrollos menos complejos.

¿Hay o no hay suelo?

-El consejero dijo en una comparecencia reciente que había suelo para unas 17.000 viviendas y yo no lo dudo. Pero probablemente ese suelo esté en zonas donde no haya demanda.

Hay propuestas en Arre y Orkoien...

-Ahí están, pero creemos que es mucho más lógico desarrollar antes Etxabakotiz. Arre y Orkoien son zonas que no tienen el tirón de Etxabakoitz o Donapea y si estamos hablando de una ciudad consolidada, compacta, lo que no podemos es extenderla todavía más. Queremos hacer un sector y unas construcciones sostenibles. No ir a urbanizaciones disgregadas que no tienen sentido. Desarrollarlo no quiere decir construir, pero al menos está preparado por si hace falta. Y se suponía que el AVE lo íbamos a ver en 2010, pero aún estamos esperando. Pero yo creo que es importante acometerlo porque luego los procesos son largos y tampoco tiene sentido llevar a vivir a la gente donde en realidad no quiere ir.

En el Ayuntamiento de Pamplona ha habido polémica con el emplazamiento de la avenida de Zaragoza. UPN y PSN han apostado por desarrollo comercial, mientras que EH Bildu proponía viviendas..

-Bueno, también es necesario que haya superficies comerciales. En cualquier caso creo que habría que mirarlo de un modo más global y no punto por punto. Hay zonas como la de SuperSer que también están ahí pero tienen una vocación más comercial...

El urbanismo de los últimos 30 años, con bajas densidades de población, y vías de varios carriles atravesándolos, como sucede por ejemplo en Lezkairu, no parece encajar muy bien con los actuales criterios de sostenibilidad. ¿Cómo ven las futuras promociones?

-La ciudad sostenible nos pide densidades altas. Por poner un ejemplo, en Sarriguren estamos entre 40 y 70 viviendas por hectárea, algo más en Erripagaina, por ejemplo, y la ciudad sostenible demanda densidades de 150 viviendas por hectárea, con zonas muy peatonales. Barrios de unas 8.000 personas, de tal manera que tengan vida propia y no sean una ciudad dormitorion donde existe el comercio mínimo. Esa es una idea en la que Vitoria por ejemplo ya está trabajando y nosotros hicimos unas jornadas sobre ello. Y al Gobierno lo que le demandamos es más agilidad a la hora de tomar decisiones.

Han comenzado las obras en Salesianos. ¿Cómo van las ventas?

-En Salesianos se está vendiendo todo lo que se pone a la venta. Parece que hemos dado con el ritmo que demanda la sociedad.

Es un proyecto que ha generado polémica, al romper con la trama de manzanas del ensanche...

-Bueno, el resultado estético la gente lo verá. Yo soy más partidario de actuaciones de renovación urbana que de rehabilitación, porque al final no consigues los objetivos de descarbonización. No logras la misma eficiencia que en un objetivo nuevo. Es complicado gestionar la ciudad consolidada, pero intentar mejorar edificios de hace tantos años es muy complicado. A veces es más fácil tirar y hacer nuevo.

¿No le convence la apuesta por la rehabilitación?

-Las envolventes térmicas tienen su sentido si el objetivo que se busca se consigue, con una calificación energética A o B. Pero creo que no se logra.

¿Parece que Europa va a apoyar este tipo de actuaciones...

-El dinero de Europa va a ser para proyectos que miren a la economía del futuro. Para mí, no entra la rehabilitación, porque eso es un Plan E de Zapatero a lo bestia. No sirve para desarrollar la economía del futuro.

Pero con cuatro millones de parados todos miran a la construcción para crear empleo...

-Vamos a ver. Lo que no puede ser es que todo el mundo que no tenga un oficio vaya a la construcción, sino que precisamente queremos mano de obra cualificada. Cuando se habla de este tema no sé en qué tipo de construcción se está pensando. Es mucho más fácil aprender a coger espárragos que ser albañil. Y mira lo que está haciendo el sector alimentario, el salto que ha pegado gracias entre otras cosa al CNTA y a las empresas importantes que están ahí. Esa transformación la deberíamos hacer también nosotros.

“La rehabilitación no sirve para descarbonizar la ciudad, a veces es mejor tirar y hacer nuevo”