Ecologistas en Acción lamentó ayer el permiso concedido a Geoalcali para explotar Mina Muga, yacimiento de potasa situado entre Navarra y Aragón.

Este colectivo insistió en que el proyecto “sigue presentando deficiencias importantes” y que su puesta en marcha entre 2023-2024 puede tener “consecuencias medioambientales y de seguridad” en el entorno de explotación.

En una nota denunció que durante cinco años “a la empresa se le ha permitido corregir y modificar el proyecto original en varias ocasiones” cuando “debería haber sido rechazado ya en sus inicios por sus graves deficiencias técnicas”.

Por ese motivo, Ecologistas en Acción insiste en que “solamente queda esperar que Geoalcali no encuentre el dinero para poner en marcha la obra ni comprador para el proyecto”. La empresa debe obtener financiación entre accionistas, inversores y bancos para invertir unos 368 millones de euros en la primera fase constructiva que prevé iniciar este año.

Ecologistas en Acción cree que Mina Muga “generará problemas por el gran consumo de agua que necesitará, los residuos que generará y que la empresa dice que van a ser reutilizados para rellenar las galerías, la posible afección a la falla de Loiti y al cercano embalse de Yesa, y el considerable aumento del tráfico pesado por carretera para transportar la potasa procesada”. La empresa prevé que cada cinco minutos salga un camión cargado con este mineral.

Este grupo criticó que el Estado, Navarra y Aragón prioricen proyectos que benefician “a grandes empresas”, que perjudican “a personas” y que vayan en contra de “la emergencia climática”.

Este colectivo reprochó que la empresa “haya ganado apoyos por ejemplo, del Ayuntamiento de Sangüesa y del Gobierno de Navarra”, a través de su Fundación para “blanquear su imagen desde el punto de vista medioambiental”.