Navarra ya ha recuperado todo el empleo perdido durante la pandemia. Incluso si se descuenta a los 1.844 trabajadores que continuaban a cierre de septiembre en situación de ERTE. Se trata del tercer porcentaje más reducido entre todas las comunidades autónomas, solo por detrás de Murcia y de Extremadura, dos territorios con un fuerte peso del sector agroalimentario, que en la Comunidad Foral posee un peso creciente.

Pero no es este sector el que más empleo genera. Salud, educación y servicios sociales generan tres de cada cuatro nuevos puestos de trabajo.

A cierre de verano, y en vísperas de un mes de octubre que suele ser tradicionalmente negativo para el empleo, Navarra contaba con 294.109 trabajadores, incluidos aquellos que siguen regulados. A cierre de septiembre de 2019, es decir, antes de la pandemia y tratando de salvar al máximo el efecto estacional, el número total era de 288.823. Esto supone un incremento del 1,80%, que prácticamente duplica la media nacional (1%) y que contrasta, por ejemplo, con la realidad del empleo en la CAV, que sigue por debajo del de hace dos años.

Navarra también mejora en estos números a La Rioja (0,60%) y a Zaragoza, que apenas gana un 0,07% y que, si se descuentan los trabajadores en ERTE, siguen claramente por debajo del empleo efectivo de hace dos años.

Los datos de Navarra también mejoran a los de Madrid, que si bien presenta un perfil algo más dinámico en creación de empleo (1,94% respecto a 2019 frente al 1,80% de Navarra), sigue siendo una de las comunidades donde un mayor porcentaje de trabajadores sigue de ERTE. El 1,40% del total de los afiliados estaba regulado el pasado 30 de septiembre: más de 45.000 personas. Catalunya, Baleares y Canarias, debido sobre todo a la lenta recuperación del turismo internacional, son los territorios donde un mayor volumen de empleados sigue sin poder volver a su trabajo.

"Si el Covid-19 'nos da permiso', las perspectivas de futuro parecen más favorecedoras que nunca", explican desde el Observatorio de la Realidad Social, quien considera que, a pesar de la llegada del otoño y con la vista puesta en el medio plazo, "el proceso de recuperación no ha hecho más que empezar" si bien este "no tiene por qué seguir una evolución lineal". "Las interrupciones pueden ser múltiples y tenemos que estar preparados para un proceso a medio-largo plazo para el que se requieren, al mismo nivel, recursos y una capacidad de gestión ágil, flexible y eficaz".

Otros sectores dinámicos

Porque existen incertidumbres, y algunas de ellas afectan a sectores cruciales para Navarra como la industria automovilística. En conjunto, y con una enorme variedad en sus características y en la calidad de su empleo, las manufacturas han resultado de nuevo un sostén extraordinario para Navarra. La Seguridad Social contempla 68.701 puestos de trabajo directos, 560 más que hace dos años y alrededor de 10.000 más que en 2013, cuando la profunda crisis vivida tocaba fondo.

Esto es, el sector industrial, a pesar de todas las circunstancias, sigue siendo capaz de crear empleo y de hacerlo con cierta fuerza, aunque muy alejado de los sectores más pujantes en los últimos años. Son los servicios personales, especialmente la educación y todas aquellas actividades relacionadas con la salud y el cuidado de las personas, los que más contratan. Más de 4.600 nuevos puestos de trabajo en dos años -apenas algunos de ellos atribuibles al Covid- explican la mayor parte de la nueva generación de empleo en Navarra. En concreto, tres de cada cuatro nuevos empleos se corresponden con este tipo de actividades.

Junto a ello, las actividades profesionales, científicas y técnicas; la construcción, con 687 nuevos ocupados en dos años, la administración pública y las comunicaciones, así como las actividades inmobiliarias, también superan los niveles de actividad de hace dos años.

Por el contrario, la hostelería es el sector que más lejos se encuentra de recuperar la ocupación de 2019. Pero no es el único. Las actividades administrativas, el comercio y los talleres de reparación, la logística y las actividades financieras no han recuperado todavía el volumen de afiliación con el que contaban antes de la pandemia.