Alrededor de 300 personas de toda la Ribera, en su gran mayoría mujeres, se han manifestado este jueves por las calles de Tudela para reclamar salarios dignos, más personal y reducción de las jornadas para todo el sector de las trabajadoras de residencias de ancianos, de atención domiciliaria y centros de día. Lo mismo que llevan reclamando desde hace meses y a lo que las empresas, ayuntamientos y Gobierno de Navarra parecen estar haciendo oídos sordos.

Muchas de las trabajadoras gritaban el lema "no somos esclavas, somos empleadas" y portaban pancartas en las que se podía leer "reconoced nuestro trabajo, convenio digno ya", así como "nos falta mes al final del sueldo", "no al negocio de las residencias", "convenio navarro ya", "residencias públicas y dignas" o "condiciones de trabajo dignas".

La concentración había sido convocada por todos los sindicatos ELA, LAB, UGT y CCOO.

Las trabajadoras denunciaban sus condiciones desde antes de la pandemia pero durante el confinamiento decidieron detener las reclamaciones pero tras las seis oleadas no había cambios en las empresas para mejorar sus condiciones.

El convenio estatal recoge una jornada anual de unas 1.800 horas y unos salarios que para el gerocultor pasa muy poco de los 1.000 euros y en el que incuso el personal de limpieza y hostelería se queda muy por debajo de los convenios del sector menos de 1000 euros. De hecho, según explican, trabajar un domingo no llega a los 20 euros al día complemento festivo. "Por eso queremos un convenio específicamente navarro que adecue las horas y el suelo a la realidad navarra", indican desde los sindicatos al tiempo que señalan como necesaria la ampliación de las plantillas para reducir las horas y los turnos que en algunos casos obligan a "las trabajadoras a ir tres veces a las residencias para hacer su trabajo aunque tenga jornada reducida".

Un convenio específico para Navarra, salarios dignos y más personal para reducir las jornadas son las principales reivindicaciones de las trabajadoras que este miércoles han estado nuevamente en huelga sin que haya acercamiento entre las partes.