CaixaBank ha cerrado el primer semestre de 2022 con un beneficio atribuido de 1.573 millones de euros, lo que supone un 17,1% más respecto al mismo periodo del ejercicio anterior en base a perímetros homogéneos y un 23,1% más sin extraordinarios asociados a la fusión con Bankia.

Este resultado, con los impactos de la integración, supone una caída del 62,4% interanual respecto a los 4.181 millones del año pasado, que incluían una aportación positiva a efectos contables de 4.300 millones por el fondo negativo de comercio o badwill, ha comunicado CaixaBank este viernes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

El grupo ha alcanzado los 704.505 millones de euros de activo total y una rentabilidad sobre capital tangible (ROTE) a 12 meses sin extraordinarios de la fusión del 7,9% (-1,25%), mientras que la ratio de eficiencia se sitúa en el 56,1%.

El banco ha atribuido el resultado al “fuerte aumento” de la actividad comercial y las sinergias de la integración, ya que en estos primeros seis meses la nueva producción en hipotecas ha crecido un 58%, la financiación al consumo un 21% y la nueva producción de créditos a empresas y banca corporativa un 57%.

Los resultados del primer semestre, que se comparan con la suma proforma de Bankia y CaixaBank en el mismo periodo del año anterior sin tener en cuenta los extraordinarios de la fusión, muestran estabilidad de los ingresos pese al descenso del margen de intereses (-3,6%) derivado del entorno de tipos de interés negativos hasta mediados del semestre.

Los ingresos por dividendos descienden hasta los 131 millones (-13,5%) e incluyen, sobre todo, los abonados por Telefónica y BFA por 38 y 87 millones respectivamente (51 y 98 en 2021); los resultados de entidades valoradas por el método de la participación bajan un 48,4%.