La economía solidaria en Navarra ha presentado su auditoría social anual, en la que han participado 29 entidades. De los datos recopilados destaca que el 55% de los cargos de responsabilidad están ocupados por mujeres, la brecha salarial se encuentra entre el 1/1,58; el 93% de los beneficios se destina a mejorar las condiciones de trabajo y que el 90% coopera entre ellas. La Red de Redes de Economía Alternativa y Solidaria (REAS) Navarra expuso el manifiesto “por una economía que ponga la vida en el centro”. Una carta que se ha elaborado durante los dos últimos años y que ha profundizado en los seis principios de la economía solidaria aplicados desde hace una década.

La responsable de Mercado Social, June San Millán, repasó los seis: tres han conservado el nombre –equidad, cooperación y compromiso con el entorno–; y otros tres han evolucionado de trabajo a trabajo digno; de sostenibilidad medioambiental a ecológica; y de ausencia de ánimo de lucro a reparto justo de la riqueza.

5.850 personas están implicadas en la economía solidaria en Navarra, de las que un 54,2% son mujeres. REAS suma 3.905 asociados, 1.241 voluntarios y 531 trabajadores.

Entidades del Estado y de Navarra participaron en la confección de esta nueva carta, que tanto June San Millán como Javier Liras, secretario técnico, animaron a rubricar. Hasta el momento más de 2.000 firmas han apoyado esta carta que persigue “construir economías más comunitarias, democráticas, equitativas, inclusivas y sostenibles”.

Gala Geltoki

Una treintena de personas, de las diferentes entidades integradas en REAS o que han participado en la auditoría social sin estar integradas en ella, acudieron a la gala en Geltoki. Javier Liras recordó que las 29 entidades generan unos ingresos de 19,5 millones de euros (un 69% procedente de su facturación, el 20% por subvenciones y un 11% por otras vías); y unos gastos de 18,7 millones.

La auditoría social de REAS de 2022 analiza el cumplimiento de sus seis principios. Los resultados, que corresponden a la actividad de 2021, señalan en base al principio de trabajo digno que el 75% de las entidades mejora en conciliación, el 80% dispone de espacios de atención emocional y cuidado y que el 70% cuenta con un reglamento interno de relaciones laborales.

Al revisar el principio de sostenibilidad ecológica, la auditoría social refleja que el 93% de las entidades fomentan criterios de consumo responsable en adquisición de bienes y servicios; el 59% dispone de gestión ambiental; y el 64% de ellas usan en su totalidad energías renovables.

Javier Liras insistió en que la auditoría social ofrece datos positivos como aquellos relacionados con el trabajo digno, la equidad, y sostenibilidad ecológica. Pero subrayó que hay que aumentar el número de organizaciones que acuden a entidades con finanzas éticas. “El 55% de las participantes en la auditoría, un porcentaje que debe crecer”, manifestó.

Propuestas

Durante el análisis de los principios, San Millán profundizó en el trabajo digno y remarcó que la economía solidaria propone “fomentar el reparto y la equiparación social y económica de todos los trabajos; promover una organización social de cuidados para garantizar su provisión; impulsar iniciativas sociales para la solidaridad económica y promoción del bienestar; asegurar las oportunidades laborales y sociales; desarrollar un empleo inclusivo; construir organizaciones habitables; e impulsar empresas democráticas que promuevan la participación, liderazgo cooperativo y pensamiento crítico”.

En breve

Compromiso con el entorno y la cooperación. Mejoran ratios como las compras a entidades del mercado social: el 6,4% de las entidades lo hacía en la anterior auditoría y el 10,8% lo practica en la actual. El 4,1% de los participantes en la auditoría realizaba compras a otras entidades no lucrativas por el 2,2% del ejercicio anterior; y el 14,9% de las organizaciones compraban dentro de la economía social y solidaria por el 8,6% de la edición pasada.

Diplomadas. REAS entregó a las entidades comprometidas con la auditoría social un diploma –con marcos de fotos obtenidos de Traperos de Emaús–, además de un soporte para el móvil elaborado con cascarilla de trigo, a pesar de que visualmente se asemejaba al plástico.

Participantes. Dos entidades que realizaron la auditoría social intervinieron en el acto: Red de lucha contra la exclusión y pobreza de Navarra –aunque no pertenece a REAS– y Teatrolari.