Sin fábrica de baterías y con unas estimaciones de producción a la baja, Alfredo Morales, presidente del comité de empresa y afiliado a UGT, vislumbra un horizonte tormentoso para Volkswagen Navarra. El sindicalista, como el resto de la plantilla, ha recibido de vacaciones la noticia del acuerdo entre VW y Hyundai para suministrar las baterías de los coches eléctricos a partir de 2026. “Es un error histórico”, dice.

En declaraciones a EFE, el presidente del Comité de Empresa ha asegurado que conoce el anuncio de Mobis por los medios de comunicación y que tampoco la dirección de Volkswagen Navarra sabe nada al respecto, aunque "damos credibilidad" al anuncio del grupo Hyundai.

No obstante, y al no ser Volkswagen la que ha hecho el anuncio, "guardamos un poco de esperanza, porque el grupo VW es el que tiene la última palabra", ha señalado Morales, quien ha recordado la pelea del Comité para que fueran los trabajadores de la planta navarra de Volkswagen quienes asumieran la fabricación de las baterías de sus vehículos eléctricos.

"Seguiremos reclamando lo que entendemos que es justo para nosotros, e intentando evitar que se cometa un error histórico en la industria de nuestra Comunidad", ya que la externalización del ensamblaje de baterías supone quitar inversión y valor futuro a la planta.

Así, ha advertido de que las previsiones de VW eran las de fabricar 1,2 millones de vehículos eléctricos al año entre Seat y Volkswagen Navarra, pero "si esto no se cumple, que las previsiones a día de hoy es que no que vayan a cumplir, pues supondrá que Volkswagen Navarra en el año 2030 se quede al 50 % de lo que es".

"Es decir, significa un punto de inflexión para Volkswagen Navarra. No solo perdemos competitividad, sino que además nuestro elemento fundamental, que es la batería, pasa una competencia del Grupo Volkswagen -como es Hyundai-. Y no garantizamos la empleabilidad a partir del año 2027-2030"

Además, "perjudicamos medioambientalmente a nuestra Comunidad, la perjudicamos en la sostenibilidad de lo que es el transporte de mercancías, también de Navarra", porque la fábrica de Mobis parece que estaría en Imarcoáin, a 10 kilómetros de Landaben, con lo que supone de trasiego de camiones entre una y otra planta.

El presidente del Comité de Empresa también ha sido muy crítico con quienes han dado la noticia por buena "como un mal menor" porque de la misma manera creará empleos en Navarra, argumento que Morales ha afeado: "El que se alegra y se contenta solamente con eso está generando y haciendo que haya trabajadores más pobres, porque estoy convencido que será una proveedora nuestra, pero no tendrá las condiciones que hoy tienen los trabajadores en Volkswagen Navarra".

Preguntado sobre el apoyo político e institucional que ha tenido su demanda para integrar la fábrica de baterías en la propia planta, ha considerado que "sin duda, yo creo que se podía haber hecho algo más. Y creo que hay que condicionar al Grupo. En el en el momento en el que el Grupo va a recibir dinero público hay que exigirle también que cumpla con su Responsabilidad Social Empresarial, y eso tiene que ser por parte de las administraciones".

Se ha referido así a los 40 millones de euros abonados por el Gobierno de Navarra para modificar el trayecto de las vías ferrorivarias y favorecer así la expansión de la planta de Landaben. "No me vale que dentro de esa subvención no haya una exigencia por parte de la Administración para que garantice" otras cosas. "Tenía que haber habido una exigencia muchísimo mayor de compromisos por parte de la multinacional en la línea de lo que hemos pedido".

Con todo ello, ha señalado que, en dos semanas, a la vuelta de las vacaciones en las que ahora se encuentra la plantilla -lo que además ha generado "un cabreo e indignación supremos", conocer esta noticia cuando están de desconexión- comenzará el Comité a preparar la negociación del Convenio colectivo de la planta, y ha enviado un mensaje: "Esperemos que la multinacional no nos pida medidas que vayan a favor de la competitividad cuando ella misma ha adoptado una medidas que precisamente van en contra".

Con todo ello, ya tras reconocer que "nos encontramos en un momento de mucho pesimismo y de mucho enfado", ha avanzado: "Esto va a hacer que efectivamente, a la vuelta nos sentemos y tomemos las medidas que tengamos que tomar para que todos aquellos que han tenido que ver para que esta decisión se adopte finalmente, tengan una respuesta acorde a la indignación y a las consecuencias negativas que esto puede tener a partir del año 2030".

Convenio a las puertas

Negociación en los próximos meses. El otoño traerá a Volkswagen, que en estos momentos adapta instalaciones para poder fabricar coches eléctricos a partir de 2026, la negociación del convenio colectivo. Un acuerdo que la empresa pretende que le sirva para ahorrar costes: necesita elevar la rentabilidad de sus coches y eso solo se logra subiendo precios y mejorando la productividad. La empresa ha admitido que externalizar las baterías tiene un sobrecoste de unos 300 euros por coche y el comité ya ha advertido que rechazará cualquier intento de la empresa por enjugar esta cifra vía condiciones de trabajo.