La plantilla de Zucitola –25 empleados y empleadas–, está pendiente de la resolución del expediente de regulación de empleo (ERE) que supone la extinción de los contratos. Antes de Sanfermines, la empresa cerró por sorpresa sus cuatro establecimientos en Pamplona, además del obrador, y posteriormente se conoció que se encontraba en concurso de acreedores –antigua suspensión de pagos–.

Durante estos meses, la plantilla está bajo la figura del permiso retribuido, aunque no está cobrando, informan fuentes sindicales. Al mismo tiempo, el administrador concursal y ELA han intentado negociar el ERE en dos ocasiones.

En la primera, el sindicato denunció incumplimientos relacionados con cuestiones formales del ERE, ratificados por la Inspección de Trabajo. Ante ello, el Juzgado de lo Mercantil correspondiente exigió repetir el periodo de consultas, y el administrador y ELA se volvieron a sentar a negociar.

Pero concluyó el ERE sin acuerdo, y ahora la plantilla está pendiente del pronunciamiento del Juzgado. “Piden que el ERE se resuelva ya, porque crecen las necesidades económicas de todos ellos, después de tres meses sin cobrar”, ha reiterado ELA.

Además, esta plantilla tampoco puede solicitar la prestación por desempleo hasta que no se ejecuten los despidos. En esta situación, lo más probable es que los 25 trabajadores y trabajadoras deban acudir al Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) para recibir sus indemnizaciones y las nóminas que adeuda la compañía, detallan fuentes sindicales.

Qué ocurrió

La pastelería Zucitola cerró de manera inesperada sus tiendas y obrador antes del inicio de las fiestas de San Fermín de este año. La decisión pilló por sorpresa a la plantilla, representada por un delegado de ELA. Esta firma, fundada en 1937, echó la persiana de sus cuatro tiendas, situadas en el paseo Sarasate, la calle Amaya, Monasterio de Urdax y Serafín Olave, además de su obrador de la calle del Villar, en San Juan.

“Sentimos comunicarles que, debido a excepcionales circunstancias, tenemos que suspender temporalmente nuestra actividad. Aprovechamos para agradecer encarecidamente la confianza y cariño que han demostrado en nosotros todo este tiempo. Deseamos y esperamos poder en breve seguir ofreciéndoles nuestros servicios”, señalaba un cartel en la puerta de los establecimientos de Pamplona.

Posteriormente, ELA denunció públicamente que la pastelería había entrado en concurso de acreedores. En estos momentos, se está desarrollando dicho proceso, y la parte social desconoce si finalmente se liquidará el negocio o por el contrario existe posibilidad de que se pueda reflotar de alguna manera. Todo en el aire, todavía.