Los elevados resultados obtenidos por la banca, y en este caso por CaixaBank, suponen una buena noticia para los miles de navarros que poseen acciones de las entidades financieras más importantes del país.
En el caso de CaixaBank, la entidad calcula que unos 17.500 ciudadanos navarros, algo más del 2,5% del total, poseen títulos de las entidad, que este viernes cotizan en el entorno de los 3,87 euros.
Estos accionistas recibirán a lo largo del mes de abril un pago récord de 0,3919 euros brutos por acción. Esto supone, para un inversor que posea unos 5.000 títulos de la entidad, un ingreso bruto de 1.959 euros brutos, de los que, descontada la retención fiscal, percibiría, unos 1.565 euros.
Buena parte de los accionistas navarros se incorporó a la entidad en 2012, con la absorción de Banca Cívica, la entidad que impulsó Caja Navarra. En aquel momento, el precio de canje equilibrado la acción se situaba en 4,2 euros, un umbral que ya se ha rozado en diferentes ocasiones, pero que en estos momentos se sigue situando algo por debajo. Este diferencial se ha visto compensando por el continuo cobro de dividendos, más generoso en los últimos ejercicios.
De ello se beneficia especialmente el principal accionista navarro de CaixaBank, que es la fundación Caja Navarra, que posee 50,1 millones de títulos de la entidad financiera. Esto supone que la entidad navarra percibirá casi 15,9 millones de euros netos en dividendo, que le servirán para impulsar y financiar su obra social, la más relevante de la Comunidad Foral.
Se trata del dividendo más elevado que recibirá Caja Navarra desde que, tras la crisis de 2011, dejó de ofrecer actividad financiera a sus clientes y se convirtió en una fundación con diversas actividades, entre las que destacan el centro de educación especial Isterria, las colonias de Hondarribia o los clubes dedicados a la tercera edad.
La entidad ha anunciado asimismo un cambio en su política de dividendos, incluyendo desde noviembre de este mismo año un pago a cuenta de los resultados del ejercicio en curso. Este pago supondrá devolver al accionista entre el 30% y el 40% del beneficio neto consolidado correspondiente al primer semestre del año. Junto a ello, la entidad abonará un pago complementario que se sustanciaría en abril de 2025.
El presidente de la entidad ha explicado que el cambio en la retribución al accionista se debe, en buena medida, al incremento del beneficio y por tanto del volumen del dividendo, así como a su “sostenibilidad”. La entidad confía en poder seguir retribuyendo al accionista en los próximos ejercicios.
