El presidente de CaixaBank, Jose Ignacio Goirigolzarri, ha enfriado cualquier regreso de la sede social de la entidad a Barcelona, de donde salió en pleno proceso de independencia de Catalunya. 

Goirigolzarri ha destacado que, en el momento de la fusión, tanto CaixaBank como Bankia tenían su sede en Valencia. Y que, a partir de ese momento, creció “el peso que en el negocio tienen otros territorios, como la Comunidad Valenciana o Madrid”. 

“En la primera reunión del consejo que tuvimos tras la fusión decidimos que nuestra sede social iba a continuar siendo Valencia, pensábamos que era lo mejor para nuestros depositantes y accionistas. Y lo hicimos con vocación de permanencia. Esto no ha cambiado y seguimos pensando lo mismo”, ha dicho Goirigolzarri. 

El ejecutivo, que ha rechazado valorar las presiones de Junts y ERC para regresar a Catalunya, donde se mantiene la sede operativa, ha asegurado que “Valencia es el mejor sitio” para los “depositantes y los accionistas”. 

Y a continuación lo ha justificado: “Es un lugar extraordinariamente equilibrado y no cualquier lugar recoge las condiciones de origen. Estamos muy a gusto aquí”.