Los parques eólicos de Azkua en Bortziriak e Irakurri en Malerreka no han iniciado la tramitación sino que por el momento se encuentran en la fase inicial de avales, en la que la promotora del proyecto debe asegurarse del acceso y conexión para evacuar la energía.

Sin embargo, este punto ha generado un conflicto entre Zelena Renovable, empresa promotora, y la distribuidora I-DE Redes Eléctricas Inteligentes –de Iberdrola–. El parque eólico de Azkua, de 50 MW, se ubicaría en terrenos de Etxalar, Igantzi, Sunbilla y Arantza; y el de Irakurri, de 49,36 MW, entre Ezkurra, Eratsun, Saldias y Beintza Labaien.

Sede fiscal en Madrid

Zelena, con domicilio fiscal en Madrid, propuso usar la subestación Bidasoa 132 kV, propiedad de I-DE, en los términos municipales de Etxalar y Eratsun. Pero, la distribuidora respondió que no tenía una capacidad de acceso disponible de 99,36 MW, como así defendía la empresa de acuerdo a la información que había consultado a la distribuidora en su web.

La distribuidora planteaba una nueva subestación, cuyo coste debe recaer en la solicitante de la conexión, en este caso, Zelena. Al no haber acuerdo en la solución, este conflicto se trasladó a la Dirección General de Energía, I+D+i empresarial y Emprendimiento que emitió a finales de febrero una resolución, pero en base a un informe de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

Justificada

Dicho informe concluyó que la solución de I-DE está justificada técnicamente; que los trabajos deben ser llevados a cabo por la distribuida pero a cargo del solicitante; y que la información sobre capacidades de las subestaciones publicadas en la web de la distribuidora deben entenderse como informativas y no vinculantes, por lo que la CNMC considera que esto invalida la petición de Zelena para que la distribuidora asuma los gastos de la nueva subestación de casi siete millones de euros.

En base al documento de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia , el 26 de febrero la Dirección General de Energía, I+D+i Empresarial y Emprendimiento desestimó la solicitud de Zelena, por lo que tiene que asumir la construcción de una nueva subestación con una inversión de casi siete millones, añadida al desembolso total de los dos parques. 

Recurso

Ante esta resolución, la empresa madrileña tenía la capacidad de interponer un recursos en el plazo de un mes, y así lo hizo, el cual está pendiente de resolver por el departamento de Industria y Transición Ecológica y Digital Empresarial.

Quedan todos los pasos

Así que si Zelena supera esta fase, quedarían todos los pasos para su tramitación: autorización administrativa previa; exposición pública durante un mes; alegaciones; si hay modificaciones sustanciales, el proyecto vuelve a exponerse de manera pública; la autorización de la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) por parte de Desarrollo Rural y Medio Ambiente en la que se tienen en cuenta los valores naturales y de biodiversidad; y la autorización de suelo no urbanizable por parte de Ordenación del Territorio. En el caso de que estas dos autorizaciones fueran favorables, Industria daría la autorización definitiva

En definitiva, todavía tendría que afrontar Zelena todo este proceso para poner en marcha los dos parques eólicos, que han provocado rechazo social.