Cuántas veces una persona se ha colocado delante de una máquina expendedora de café o de otros productos –las denominadas vending, anglicismo que se refiere a su venta automática– y ocurre que el artículo elegido se ha atascado, el usuario sufre un cobro incorrecto o decide no adquirir una bebida o alimento porque no puede leer los ingredientes antes de comprarlos. 

Europa suma cuatro millones de máquinas desatendidasvending– que actúan de contenedores de productos y que salen de fábrica con el sistema de abono tradicional de monedas y billetes. Sin embargo, tras la pandemia se ha extendido el pago digital. No podemos ir contracorriente”, explica Antonio Torres López, CEO y fundador de Muxunav.

Este emprendedor nato, que estudió ingeniería agrícola y forestal e informática, creó Muxunav, cuyos mimbres comienzan hace una década. 

En sus inicios se enfocó en dotar de inteligencia a las máquinas desatendidas para que enviaran información a los operadores –posibles averías, necesidad de reposición de producto, etc–. Sin embargo, llegó la pandemia del coronavirus y con ella la crisis de los semiconductores. “La empresa se encontraba en parada vegetativa, y decidimos enfocarnos en innovar en sistemas de pago digitales con código QR para este tipo de máquinas que pudieran usarse desde los dispositivos móviles”, manifiesta Antonio, de 51 años. 

“Somos una empresa pura de I+D, que imaginamos dispositivos que implementamos en el mercado”

Antonio Torres López - CEO y fundador de Muxunav

¿Por qué en QR?

Hace cinco años, apenas el código QR se empleaba, pero las medidas de salud para prevenir contagios por coronavirus favoreció la implantación de nuevos hábitos en las relaciones sociales, como evitar mantener contacto en superficies, objetos y dinero metálico. En este escenario proliferó el uso del código QR –la evolución del código de barras, que al ser escaneado en un móvil permite consultar la información que contiene– y el pago por bizum. “Somos una empresa pura de I+D que imaginamos dispositivos que implementamos en el mercado”, remarca. 

Así surgió Telmarkt, un hardware y software que se instala en el interior de la máquina sin necesidad de manipular su chasis. Exige una inversión mínima y permite modificar su operativa para dotarle de prestaciones avanzadas como el pago sin contacto a través de código QR: tarjeta de crédito, bizum, Google Pay y Apple Pay.

Además, Telmarkt conecta la máquina con internet y lleva integrada una tarjeta SIM multioperador, lo que permite su conexión a la red con cobertura total. “El software contacta la máquina con el comprador, el operador de vending, los servidores de Muxunav y la pasarela de pago. Esa es una de las grandes virtudes de este ingenio. El comprador opera con la máquina mediante la lectura de un código QR localizado en su exterior”, especifica Torres. 

LA SEDE

Edificio Portal de Navarra. El año pasado esta plantilla se mudó del centro de Mutilva de 90 m2 a las del polígono de Noáin-Esquíroz, al Edificio Portal de Navarra, a las oficinas 112, 113 y 114 –en total, más de 300 m2–. 

Director gerente. Muxunav fichó en octubre a Gorka Azpiroz.

LaKuenta. Es un sistema de pago digital a través de código QR que elimina el datáfono, mediante el cual autónomos pueden cobrar a sus clientes.

Trayectoria

En dos años han vendido 6.000 dispositivos Telmarkt en máquinas vending, principalmente, y también en lavanderías colectivas y en gaming de videojuegos. Esto supone un 2% de las 300.000 máquinas de este tipo que se usan en España. Con esta entrada en el mercado, la empresa ha crecido sus ventas un 2.000%, hasta llegar a los 1,2 millones.

Ahora quiere desembarcar en el sector de gasolineras desatendidas. En 2025, pronostica una facturación de 2,3 millones, prácticamente duplicar. Muxunav cerró el año pasado un acuerdo con la cooperativa del Grupo Mondragon Onnera Group (antigua Fagor Industrial) por el que van a distribuir en 56 países el sistema de pago de lavanderías desarrollado de manera conjunta. A eso se añaden contratos con otras multinacionales. “Vamos a tener un crecimiento grande”, insiste.

Antonio Torres, junto al logotipo de la mariquita. Oskar Montero

EL LOGO

Mariquita. Torres explica que la mariquita se presenta como el mayor depredador de la naturaleza en relación a su diminuto tamaño, porque puede “acabar con plagas y malos bichos”. También simboliza el esfuerzo y la buena suerte. “Nos gusta compararnos con la mariquita porque somos pequeños pero nos vamos abriendo camino”, cuenta este empresario. En las oficinas, un mapa del mundo cuelga en una de las paredes, y en aquellos países donde ya operan aparece clavada una mariquita. Una forma metafórica de mostrar su expansión internacional.

Plan estratégico

Muxunav va a basar su expansión en tres pilares: al salto internacional por el que proyecta llegar a toda Europa en 2026; la autonomía en todos los procesos de pago; y la diversificación de producto con la implantación de la inteligencia artificial para gestionar datos y favorecer la experiencia de cliente –es decir, que la máquina pueda interactuar con el consumidor–. “Mantenemos colaboraciones potentes con centros de innovación y de inteligencia artificial”, remarca.

Esta proyección va a generar ocho puestos de trabajo para cubrir perfiles relacionados con la ingeniería, el desarrollo de sistemas de pago o cumplimiento normativo. Este año alcanzará la veintena de profesionales en sus oficinas del Edificio Portal de Navarra. 

CULTURA EMPRESARIAL

Talento. Torres apuesta por la conciliación y la estabilidad de la plantilla. “El talento se retiene con buenas condiciones laborales y pagando dignamente”, concluye.

Apoyo al deporte. Muxunav quiere patrocinar disciplinas deportivas en la Comunidad.

El papel de Sodena

En 2018, Sodena confió en Muxunav con la aprobación de avales. “Somos un caso de éxito de Sodena, sin ella no hubiéramos nacido. Esos avales se van a transformar en 20 puestos de trabajo”, destaca Torres. Para este empresario, el Gobierno de Navarra –independientemente del color político– ha hecho “una labor potente para fomentar la I+D+i e impulsar las empresas tecnológicas”, repite. También cita la importancia de las sociedades de garantía recíproca, como Elkargi y Sonagar.