Carpetazo definitivo a la línea de alta tensión entre Zaragoza y Álava que cruzaba la Ribera de Navarra y que había generado una importante oposición. El Ministerio de Transición Ecológica ha confirmado que archivará el expediente de Forestalia para construir la autopista eléctrica de 185 kilómetros entre Aragón y la CAV, según avanzó el miércoles el PSOE riojano. La empresa tenía que entregar al Gobierno su plan antes del pasado 19 de marzo, no ha sido así y finalmente su proyecto ha decaído.

Forestalia pretendía construir una autopista eléctrica que discurría por parte de Aragón, La Rioja, el sur de Navarra y Álava para verter la energía en la subestación del polígono industrial de Júndiz, un 'enchufe' para que los parques fotovoltaicos de la zona pudieran conectarse a la red eléctrica. El proyecto que decae ha contado con el rechazo de las principales instituciones afectadas de Navarra y CAV.

Línea Tauste-Jundiz que pasaba por Navarra.

La línea de Forestalia, que atraviesa casi toda Navarra, tiene dos grandes ramales: a Vitoria y a Gatika (Bizkaia). Cedida

Navarra sigue pendiente del futuro de otra autopista eléctrica, de 179 kilómetros de longitud, entre Biota (Zaragoza) y Vitoria-Gasteiz. Esta infraestructura, a diferencia de la de Júndiz, llegaría al territorio alavés a través de Navarra, cruzando la Zona Media, pasando cerca de Murillo El Fruto, Olite, Tafalla, Añorbe o Legarda, bordeando Pamplona y discurriendo en paralelo al valle de Sakana y la Autovía A-1 en dirección a la capital alavesa, otro proyecto que ha sufrido varios reveses recientemente. Forestalia mantiene su interés por llevar a cabo la obra, pese a la oposición del Gobierno de Navarra.