Iberdrola obtuvo un beneficio neto de 2.004 millones de euros en el primer trimestre de 2025, un 26% más respecto al resultado ajustado del primer trimestre de 2024, según los datos dados a conocer este miércoles por la compañía.

Estos beneficios son el resultado de unas "inversiones récord" de 17.300 millones de euros en los últimos 12 meses, lo que supone un incremento del 44%, respecto al mismo periodo del año anterior.

Durante los tres primeros meses del año, la compañía ha invertido un total de 2.720 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 14% respecto al mismo periodo del año anterior. Estados Unidos y Reino Unido han sido las principales áreas de destino, donde ha dirigido el 65% del total.

Por negocios, las redes eléctricas han acaparado el 53% de la inversión total, alcanzando los 1.432 millones de euros en el primer trimestre -un 18% más que el mismo periodo del año anterior-. Esto ha permitido que los activos regulados hayan subido un 14%, hasta los 49.000 millones de euros tras integrar ENW y que se haya elevado la previsión para el cierre del ejercicio hasta los 51.000 millones. 

Por su parte, las inversiones en renovables "fueron selectivas" y se situaron en los 1.064 millones de euros, lo que supone un incremento del 7%.

Más de la mitad de este importe se destinó a la eólica marina: en concreto, East Anglia 2 y 3 (Reino Unido) y Vineyard Wind (EEUU) suponen el 80% de la inversión.

Impulsado por este esfuerzo inversor, el beneficio bruto de explotación (Ebitda) se ha situado en los 4.643 millones de euros en el primer trimestre, lo que supone un incremento del 12% más respecto al año anterior (excluyendo las desinversiones en generación térmica del año pasado).

Más de 62.500 GWh

La energía distribuida por las redes de Iberdrola sigue marcando máximos gracias al aumento de la demanda en todos los países en los que Iberdrola opera esta actividad: España, Reino Unido, Estados Unidos y Brasil. En concreto, la energía que se transporta por sus redes ha superado los 62.500 GWh en el primer trimestre, un 1,7% más respecto al mismo periodo de 2024.

Ante las nuevas demandas de electrificación, la compañía prevé invertir más de 13.000 millones de euros entre 2025 y 2026 en el negocio de redes.

Además, el grupo ha instalado unos 2.600 MW renovables en los últimos doce meses, con lo que la capacidad instalada renovable de la compañía se sitúa en los 44.675 MW en todo el mundo. Gracias a esta capacidad, Iberdrola ha alcanzado los 25.222 GWh de generación renovable durante los tres primeros meses del año, un 4,9% más que en el mismo periodo del año anterior impulsado por el "buen comportamiento de Estados Unidos, Iberia y resto del mundo".

Este crecimiento del negocio ha venido acompañado por la "solidez financiera". Iberdrola ha aumentado su flujo de caja operativo (FFO) un 11%, hasta superar los 3.500 millones de euros, permitiendo mantener la fortaleza financiera y el rating después de consolidar ENW.

El ratio de flujo de caja sobre deuda neta se encuentra en el 22,3%. La liquidez del grupo se ha situado en los 20.900 millones de euros, lo que le permitiría cubrir 19 meses de necesidades financieras sin recurrir al mercado.

Aumento de dos dígitos

Gracias a su negocio diversificado y focalizado principalmente en redes, con una selectiva inversión en renovables y con la importante fortaleza financiera, la compañía prevé un aumento de dos dígitos respecto al beneficio neto ajustado de 2024, teniendo en cuenta los positivos impactos por los activos regulados y las normas contables de EEUU.

Este crecimiento está sustentado en un incremento de más del 10% de los activos regulados con mejores tarifas. Además, el grupo tiene previsto que entren en operación cerca de 4.000 MW renovables este año, con el 100% de la energía vendida para 2025.

Respecto a los aranceles de Estados Unidos, Iberdrola cree que tendrán un "escaso impact"o porque el 80% de las compras las realiza con proveedores locales y el 100% de los contratos estratégicos de los proyectos en construcción ya están asegurados. Así, la nueva política comercial, a su juicio, no tendrá impacto en los resultados, mientras que el coste de las inversiones se verá afectado en menos de un 1%.