El presidente del BBVA, Carlos Torres, ha considerado este martes que la consulta pública del Gobierno sobre la opa del BBVA al Sabadell "no era necesaria" porque no ve razones de interés general en la operación y, por esta misma razón, confía en que no llegue al Consejo de Ministros.

Todo ello para que los accionistas del Sabadell puedan elegir "cuanto antes" si aceptan la oferta de canje del BBVA que Torres ha insistido, en una entrevista en la COPE, en que es "muy generosa" y no hay razones para mejorarla, ha precisado Torres.

Una vez cerrada la consulta pública, Economía tiene que decidir antes del 27 de mayo si eleva la cuestión al Consejo de Ministros. Torres no ve razones para ello, por lo que confía en que los accionistas del Sabadell puedan elegir su futuro "pronto".

Y en el caso de que finalmente la operación llegara al Consejo de Ministros, el Gobierno tendría un mes más, hasta el 27 de junio para desvelar si impone condiciones adicionales, con que Torres calcula que, en el peor de los casos, unos días después se abriría el periodo de canje.

El banquero ha subrayado que la operación es buena "para todo el mundo": para las empresas porque supone tener un aliado "más fuerte", con capacidad de dar más crédito y ayudar a internacionalización; para los empleados porque supone una oportunidad de crecer; para los accionistas del Sabadell porque se benefician de un mayor beneficio por acción y "más estabilidad"; y para la sociedad, porque el nuevo grupo cifra en 5.000 millones su capacidad adicional de conceder crédito.

Además de eso, Torres ha recordado que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, la CNMC, autorizó "por unanimidad" la operación con compromisos "muy potentes" por parte del BBVA, lo que se traduce en que ahora es "mucho mejor" para todos.

Apuesta por Catalunya

    Torres ha señalado también que el BBVA es el banco que más está creciendo en España en el segmento de las pymes -una de cada cuatro pymes que se hicieron clientes de un banco en 2024 eligieron a BBVA- y en el caso de Cataluña, lo hicieron una de cada tres.

El banquero se ha referido además a "temores infundados" sobre la operación como su impacto en el crédito de las pymes, la exclusión financiera o la concentración del sector que, en sus palabras, "no es ningún problema en España, donde el sector es muy competitivo".

Y ampliando el foco más allá de España, ha argumentado que es el momento de que Europa despierte y ello requiere importantes inversiones que necesitan financiación, dando a entender que será más fácil con la unión del BBVA y el Sabadell, pues será banco "más fuerte, con más escala y con capacidad de servir mejor a los intereses".

Aun así, ha añadido que el BBVA es un banco "muy importante en Catalunya", donde cuenta con 2,5 millones de clientes y unos 4.000 empleados. Es el banco que más ha apostado por Catalunya en los últimos 10 años, ha sentenciado.

Ha negado que la región vaya a perder centros de decisión si culmina la operación porque el BBVA ha dicho desde el primer momento que mantendrá la sede del Sabadell en Sant Cugat del Vallés.

Y aunque entiende "las emociones", ha asegurado que el BBVA mide la opinión pública y hay más gente que ve bien la operación que los que la ven en contra.