Sostenida por el consumo de las familias y por una balanza comercial casi siempre positiva, aunque muy golpeada por la debilidad de las principales naciones europeas, la economía navarra crece. Lo hizo un 0,5% en el primer trimestre, lo que supone un 2,3% en el último año, una décima más de lo estimado inicialmente, pero claramente por debajo del vigor que exhibe el conjunto de la economía española, que avanza un 0,8% en los últimos tres meses y 3,1% en el cómputo interanual.
Si Navarra se compara con las cifras que muestra la economía de la Unión Europea, el balance es algo más positivo. La economía de la UE crece un 1,6% en el último año, siete décimas menos que la navarra, según los datos que ha ofrecido el Instituto de Estadística de Navarra (Nastat).
El PIB de Navarra queda así algo descolgado del avance general español. No hay un solo motivo que lo explique, sino un conjunto de factores que tienen que ver con la composición sectorial de la economía foral, con la dinámica general de la economía. De hecho, en el último año y medio, la economía navarra crece a un ritmo del 2,6%, frente a un avance medio del 3,4%.
Una mínima parte de este diferencial se explica por el comportamiento del consumo, algo más dinámico desde hace tres trimestres en el conjunto de España que en Navarra. No se trata, sin embargo, de una diferencia relevante, como sí sucedía hace un año en el caso del gasto público, bastante más acelerado en la economía nacional que en la navarra.
Menos tamaño, más volatilidad
Ahora mismo, la principal diferencia entre Navarra y el conjunto de España radica en la inversión en bienes de equipo. Mientras que en la Comunidad Foral acumula ya dos trimestres de caídas consecutivas, en del conjunto de España parece haber cogido ritmo de la mano de los fondos europeos y crece por encima del 9% desde hace ya dos trimestres. Una buena noticia para la competitividad futura española y un elemento de preocupación para Navarra, más impactada por la debilidad estructural europea, que se siente sobre todo en la industria, responsable de una tercera parte del PIB de la comunidad.
Esta falta de tono de la industria y de la inversión que genera se refleja también en los datos de comercio exterior, tanto en la exportación como en la importación de bienes. Suman ya varios trimestres de caídas y comienzan a impactar en el indicador general de la Industria, cuyo valor añadido muestra ya tres trimestres a la baja. En el último año ha crecido apenas un 0,4%, mientras que en el conjunto de España crece un 2,6% en el último año.
El escaso tamaño de Navarra es otro los factores que puede explicar esta diferencia. Cualquier shock afecta en mayor medida a la economía navarra que a la del conjunto de España, donde si un territorio brilla compensa el peor perfil del Navarra. Los datos de la Comunidad Foral tienden a ser más volátiles y, por ello, deben ser analizados con cautela. Las bajas cifras de producción de Volkswagen Navarra, en pleno proceso de transformación, repercuten también en el conjunto de la economía navarra.