l desplome del PIB durante el pasado año por el efecto de la crisis sanitaria ocasionó una recesión económica en el conjunto de la economía mundial. 2021 tampoco está resultando un año fácil, pero los últimos datos parecen indicar un rebrote de la economía española, que se podría intensificar en la segunda mitad del año gracias al aumento de la vacunación. La OCDE, en su último informe, que se daba a conocer en el mes de mayo, ha mejorado las previsiones de crecimiento para España, elevándola hasta el 5,9% para este año, y hasta el 6,3% para 2022.

En el caso de Navarra, concretamente el Producto Interior Bruto (PIB) ha registrado un descenso del 2,2% en el primer trimestre del año, en comparación con el mismo periodo del año anterior. Sin embargo, los indicadores coyunturales apuntan a una mejora progresiva de la actividad en marzo y abril, que “esperamos continúe durante este trimestre y nos permita encarar la segunda mitad del año en una buena posición”, resaltó la consejera de Economía y Hacienda, Elma Saiz, en una intervención celebrada el mes pasado para notificar de la situación económica de la Comunidad Foral.

En términos intertrimestrales, el PIB ha retrocedido un 0,5% respecto al último trimestre de 2020. Un ligero descenso que rompe el aumento registrado en los dos trimestres anteriores, previsible tras el empeoramiento de los indicadores sanitarios y el endurecimiento de las medidas de contención tras la celebración de las Navidades.

En comparación con el conjunto del país, la economía navarra ha tenido un mejor comportamiento, ya que la caída interanual del PIB en España ha alcanzado un 4,3%, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

En 2020 la deuda pública de la Comunidad fue de 3.617 millones de euros, un 19,1% de su PIB, y la deuda per cápita de 5.503 euros por habitante. Si ordenamos las Comunidades Autónomas, de menor a mayor deuda, Navarra se encuentra en la tercera posición de la tabla y en la décima posición en cuanto a deuda por habitante se refiere.

La tasa de variación anual del IPC de Navarra en mayo de 2021 ha sido del 3,3%, 6 décimas superior a la del mes anterior. Estos datos debemos compararlos con los del IPC de España, donde la tasa de variación anual del IPC de mayo de 2021 fue del 2,7%.

El enfriamiento de la actividad que se ha producido durante el primer trimestre del año se debe, sobre todo, a la caída del consumo, ya que el repunte de los contagios y las restricciones replegaron el gasto de los hogares. No obstante, el avance de la campaña de vacunación parece haber animado la confianza de los consumidores. El índice ha aumentado en 16 puntos respecto al último trimestre de 2020, una mejora que se explica, principalmente, por un mayor optimismo acerca de la situación económica y las expectativas de ahorro.

Precisamente, el ahorro se ha disparado durante este año de pandemia y ha alcanzado niveles máximos, lo que puede ser un importante estímulo para el consumo privado a medida que se relajen las restricciones.

Por sectores

Por sectores productivos, la desaceleración ha sido más acusada en los servicios. La actividad se resintió principalmente en el mes de enero, pero dibuja después una tendencia favorable, favorecida por la mejora de la situación sanitaria.

La industria, por su parte, ha tenido que hacer frente durante este trimestre a los problemas derivados de la escasez de suministros y al bloqueo comercial que se produjo a finales de marzo por el atasco de un buque en el canal de Suez, que interrumpió las cadenas logísticas durante una semana.

A pesar de las dificultades que atraviesa este sector, las encuestas de opinión muestran un repunte claro de la confianza empresarial. Esta mejora de las expectativas y el buen desempeño de otras economías sugieren una evolución favorable de la actividad manufacturera para los próximos trimestres.

Respecto al mercado laboral, los resultados de la Encuesta de Población Activa (EPA) indican que la tasa de paro ha disminuido en dos décimas en Navarra, hasta situarse en un 11,45%, la segunda más baja del país. Por su parte, los datos de la Seguridad Social y del Servicio Público de Empleo dibujan una ligera mejoría en el mes de marzo, que podría anticipar un cambio de tendencia. El número de trabajadores en ERTE se ha reducido y se sitúa en niveles de agosto del año pasado. También ha disminuido el número de parados por primera vez desde septiembre y ha aumentado el número de afiliados a la Seguridad Social.

En el ámbito internacional, las últimas proyecciones económicas apuntan a una aceleración del crecimiento mundial previsto para este año, con Estados Unidos y China liderando la recuperación.

En la eurozona, y a pesar de la prolongación de las restricciones, la actividad empresarial habría alcanzado en el mes abril máximos de nueve meses. Un crecimiento que será respaldado en los próximos meses por el avance de la campaña de vacunación y al que contribuirán también otros factores externos como el potente estímulo fiscal de Estados Unidos, el mantenimiento de la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE) o la llegada de los fondos europeos Next Generation.

Un paso al frente

Tras experimentar el fuerte impacto de la crisis del coronavirus durante la primavera de 2020, el Gobierno de Navarra presentó el año pasado el Plan Reactivar Navarra / Nafarroa Supertu 2020-2023 para construir un nuevo modelo económico y social que fomente nuevas fórmulas de prosperidad y un nuevo sistema de gobernanza público. Un plan al que le anteceden medidas de urgencia que han permitido ampliar la protección social a las personas más vulnerables, dotar a las entidades locales de instrumentos para abordar las crisis desde lo local y permitir a las empresas y profesionales mantener el empleo.

El Plan Reactivar Navarra, además de paliar las consecuencias de las crisis del coronavirus, propone afrontar los nuevos retos que han ido surgiendo en el actual escenario mundial y con los que Navarra se identifica. Las transformaciones en el ámbito del capital humano y la equidad, los retos demográficos, la digitalización, la vertebración territorial y la relación urbano-rural, la descarbonización de la economía y la protección de los ecosistemas.

Estas grandes palancas permitirán acelerar el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, mejorar la posición competitiva de la economía navarra y proporcionar mejores niveles de bienestar social y calidad de vida. El año 2050 aparece como el horizonte para la transformación económica y social que se construye desde estos Objetivos de Desarrollo Sostenible y avanza hacia la plena descarbonización propuesta como objetivo por la Unión Europea.

Situar a Navarra a la cabeza de estas transformaciones requiere una orientación proactiva en la política económica, en la política de innovación tecnológica y social, en la generación de alianzas sociales y en la movilización de los recursos públicos. Apuesta por un nuevo papel del sector público en el liderazgo y la dinamización de la agenda de reformas, planteando un horizonte de cambio sobre el que orienta los esfuerzos del conjunto de la sociedad. Para ello, el plan incorpora, no sólo inversiones en nuevas infraestructuras, en innovación y en el apoyo a la transformación y digitalización del tejido productivo, sino también un conjunto de reformas dirigidas a mejorar la gobernanza económica, social y ambiental de la Comunidad Foral. Para habilitar este liderazgo público, el Plan Reactivar Navarra plantea una reforma del propio sector público, incidiendo en la mejora de la eficiencia y la simplificación, en la digitalización y en la dotación de los necesarios recursos materiales y humanos.

Algunas de las medidas para favorecer la digitalización de la economía navarra pasan por impulsar “el emprendimiento innovador y la economía social” o “mejorar la posición en I+D” de la Comunidad respecto a la Unión Europea. De cara a facilitar la aceleración de la transición ecológica, el Plan Reactivar incluye propuestas para “potenciar la edificación sostenible”, así como el “fomento de la economía circular”. La vertebración territorial se asentará en la promoción de “servicios básicos sostenibles y accesibles para todos” y la “revitalización del Pirineo y otras zonas desfavorecidas”. El Plan Reactivar también incorpora un importante capítulo con referencias a la “garantía de rentas”, el refuerzo de la “red de protección social” o el “apoyo al acceso a la vivienda” entre muchas otras.

De cara a mejorar el “marco de convivencia”, el documento incorpora una apuesta por la promoción del euskera como “factor de cohesión y diversidad” o un decidido apoyo para reactivar el sector cultural. La apuesta por lo público pasa por una creciente digitalización “al servicio de la ciudadanía” que conllevará una “simplificación administrativa” y mejorará la accesibilidad a trámites y convocatorias. En cuanto a la acción exterior, el plan pretende aumentar la captación de fondos de la Unión Europea y una apuesta más decidida por la internacionalización de la economía y la cooperación para el desarrollo.

No obstante, la implicación de Navarra en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de cara a 2030 ha situado a la Comunidad Foral a la cabeza de Europa en la materia, junto con la Comunidad Autónoma Vasca y la región belga de Flandes. A este reconocimiento de la Comisión Europea se suma, además, el hecho de que la red internacional de regiones REGIONS4 ha recogido, en su boletín de difusión de buenas prácticas, la alineación del Plan Reactivar Navarra / Nafarroa Suspertu con la Agenda 2030.