El PP de Navarra va directo a por el espacio de UPN en Navarra. En cualquier partido sería una obviedad, pero en una sigla que aquí siempre ha ido de la mano de los regionalistas –en binomio o mediante Navarra Suma– es toda una declaración de intenciones que va a cambiar el escenario político de la derecha navarra.

Y lo ha dejado claro el propio presidente de los populares, Alberto Núñez Feijóo, en el acto principal de campaña del nuevo PP.

El líder popular, de paso por Pamplona en una tourné exprés por el norte –Logroño y Zaragoza por la mañana; Pamplona, Vitoria y Bilbao por la tarde–, ha acompañado a Javier García y Carlos García Adanero en un mitin digno –hicieron falta más sillas– para el escaso arraigo de la sigla en Navarra y que anticipa una noche electoral movida: la que ya apuntan encuestas como la del CIS –que da una entrada fuerte del PP en el Parlamento, con grupo propio y hasta 6 escaños– que preocupan mucho a UPN.

De ahí que Feijóo haya dedicado casi todas sus referencias a Navarra a hablar en clave interna, a dirigirse al votante de derechas, a ese que puede estar en duda y que va a propiciar el principio del cambio de ciclo en la derecha si finalmente opta por el PP.

Feijóo, en menos de media hora, ha tratado de transmitir tranquilidad con esa idea de fondo: vamos a pensar a largo plazo. Los resultados del 28-M serán importantes y “seguro que mucho mejor de lo que algunos piensan”, ha apostado. Pero lo verdaderamente importante es tener claro que el objetivo es convertirse en la referencia política de la derecha en Navarra con un proyecto “foralista, que crezca, que una, que sea autónomo”, como le ha dicho a García.

“Vamos a seguir construyendo el PP de Navarra porque Navarra lo precisa. Y más pronto que tarde seremos el primer partido de Navarra. Igual alguno no se lo cree, pero tampoco se creían que Alianza Popular podía ser el primer partido de España y lo fue. A partir del 28 de mayo lo vamos a demostrar”, ha asegurado Feijóo, sin improvisar.

Que es una línea marcada desde Génova se comprobó en su discurso y en las alusiones posteriores de García, que dio a UPN –en crisis de liderazgo y filas– por partido amortizado como alternativa al sanchismo y al PSOE.

UPN y el “pasteleo”

Y como colofón, un mensaje indudablemente telegrafiado para Esparza: “Si Sánchez quiere mantener los acuerdos con Bildu, allá él; si lo quiere seguir haciendo Chivite, allá ella; pero que nadie tire el voto de los constitucionalistas para pastelear con Bildu, Sánchez y Chivite”.

Difícil ser más claro en un discurso en el que Feijóo volvió a deslizar que Navarra no puede tampoco quedar en manos de “quienes la usan como moneda de cambio para sacar adelante una votacion”, una clara referencia al acuerdo de Esparza con Sánchez para la reforma laboral y que derivó en la crisis de Sayas y Adanero que ha partido a la derecha.

Hasta ahí ha llegado Feijóo. Colocó claramente esos mensajes de consumo interno y apuntó la dirección: hacia la hegemonía en este territorio, como hace décadas pudo ocurrir con Unidad Alavesa. 

El resto del discurso ha sido propio de tourné: críticas a la política económica de Sánchez y el “endeudamiento de 200 millones al día desde hace cinco años”, los efectos de la ley del solo sí es sí o llamadas al endurecimiento de la ley contra los okupas.

Todo sirve para “empezar a derogar el sanchismo a partir del 28 de mayo”. También desde Navarra, donde el PP lo hará con una sigla propia que quiere consolidar a futuro.