Arranca muy temprano, en la radio. Luego, furgoneta, canutazos, actos de campaña. Ahora unas fotos, de aquí para allá, y la entrevista. Por la tarde más medios y los actos gordos con alcaldables. En la Comarca. En la Ribera. En todos lados. Con el móvil iluminándose de notificaciones todo el rato. “Ahora, antes del mitin, miro si Sánchez ha hecho un nuevo anuncio”, lanza, con esa escuela tan característica, entre la ironía y el puntito de mala leche. Uxue Barkos Berruezo (Pamplona, 5 de julio de 1964) está totalmente metida en la campaña de Geroa Bai.

Sabe que el resultado de las fuerzas progresistas va a estar en “muy pocos votos” y quiere volver a liderar. Mayo de 2023 no va a ser mayo de 2019: ni las tendencias de voto son las mismas, ni el bagaje del Gobierno se puede obviar, ni van a valer las mismas soluciones que entonces. No lo ha podido decir más claro: o habrá acuerdos en ayuntamientos y Gobierno, o no habrá. Y “ni es un chantaje ni una advertencia”, aclara. “Es el compromiso que tengo con los votantes, y lo digo hoy, antes de las elecciones”.

A estas alturas: lo que queda de campaña, ¿se disfruta o se sufre? 

–Se disfruta. Lo único que sufro es el cansancio. La campaña te cansa física y mentalmente, porque estás alerta, pendiente de todo. Y al mismo tiempo es un momento en el que disfrutas con tu gente en el territorio.

¿Le anima ir a los pueblos?

–Da mucho chute. Es oxígeno, es ver que la propuesta política que haces tiene respuesta en la calle.

¿Ve el ambiente distinto a 2019? 

–Absolutamente. Las condiciones climatológico-políticas, si se me permite, son distintas. No llegamos con esa ola de sanchismo de 2019. No llegamos con Navarra Suma, que generó expectación por concentración de voto y fuerza bruta. Se llega con el balance de un Gobierno por el que nosotros abogamos desde la noche electoral, pero que obviamente ha demostrado que hay cosas que deben ser ejecutadas de otra forma, sobre todo por falta de valentía y por haber esperado constantemente a Madrid.

¿Cree que se podrán corregir esos debes? 

–Si lideramos, sin ninguna duda. Si somos determinantes para consolidar instituciones como Gobierno y ayuntamientos, por supuesto. 

No suele ser habitual que un candidato plantee todos los escenarios. 

–A mí me sonroja cuando escucho eso de: ¡vamos a ser los primeros, y no me planteo otra cosa que ser primeros! Hay que estar preparado para todos los escenarios. Mi ambición clarísima es volver a estar al frente. Pero dejemos hablar a las urnas, que el ambiente no es el de 2019 y van a cambiar cosas.

Una posibilidad es que EH Bildu les empate o incluso les supere. 

–Lo seguro es que en un pequeño margen puede haber cambios muy importantes. Una posibilidad es esa, efectivamente. Otra, que nos miremos cara a cara PSN y Geroa Bai. El margen es estrechísimo y cualquier escenario es probable, a pesar de los esfuerzos mediáticos e informativos.

¿Anima también ver que Geroa Bai está ahí según todas las encuestas? Hace un año quizá el panorama era más pesimista. 

–No ha habido una guerra de encuestas, ha habido una cruzada de encuestas. Curiosamente, todas han deseado nuestra falta de fuerza, plantear la futilidad del espacio político de Geroa Bai. La recta final de las encuestas nos dice el punto en el que sabemos que estamos: que Geroa Bai es formación imprescindible sin la que no se da el cambio en 2015, y que hoy es un protagonista esencial en seguir dando impulso a ese cambio progresista y plural.

El domingo, el vicepresidente Aierdi decía: “Somos los que vamos con paso corto y mirada larga”. 

–Somos el artífice del cambio, sin nosotros no hubiera existido la posibilidad de 2015. Lo que hemos sabido representar ha sido un espacio político que ya existía, pero que no estaba articulado.

Uxue Barkos, en un acto de campaña poco antes de la entrevista con este periódico. Patxi Cascante

¿Uno de los puntos débiles es la implantación territorial? Se sacan las mismas listas que en las últimas elecciones. 

–Sí, pero nuestras listas no tienen trampa ni cartón, eh. Mientras otros han forzado, nosotros hemos optado por otro camino. Allá donde ha funcionado una lista electoral, ¿por qué vamos a violentar eso? ¿Para sacar un titular de prensa? ¡Pero si eso igual entorpece un proyecto progresista y plural en esa lista! De ninguna de las maneras. Para mí, ese es el eje del municipalismo. Dejemos a cada agrupación electoral que decida qué es más interesante y posible para su pueblo. Y ahí Geroa Bai no va a entrar en la trampa de la carrera de las listas. Es pan para hoy y hambre para mañana.

Muy pegado al mundo municipal ha estado su mensaje central de campaña: o hay acuerdo en los ayuntamientos, o no lo habrá en el Gobierno. 

–No se trata de un cambio de cromos, que quede claro. Lo que digo es: allá donde Geroa Bai sea la primera fuerza municipal progresista, mi compromiso es que o habrá acuerdos en esos ayuntamientos y en el Gobierno, o no habrá. No es: te cambio un cromo. Es mi compromiso de que, por mi parte, será así.

O sea, ¿que el mensaje es para los ayuntamientos, pero también para el Gobierno de Navarra? 

–Por descontado. No podemos pedir a la ciudadanía que vaya a votar y luego los partidos no comprometernos. El voto útil del ciudadano que no encuentra un respaldo en los compromisos de un partido es un voto inútil, y podemos hacer todos los juegos que queramos.

¿Es una advertencia? 

–No, no, es que no es una advertencia ni un chantaje. Es mi compromiso con la ciudadanía. ¿Si no hay acuerdos muncipales no habrá gobierno? Yo lo que digo es que en lo que sea responsabilidad de Geroa Bai, o es todo uno, o hay coherencia política y compromiso, o no habrá acuerdos. Y hablo de donde la responsabilidad sea nuestra. Lo que me sorprende, y lo lanzo como pregunta al aire, es por qué hay otros que prefieren el silencio.

María Chivite ha mostrado su disposición a facilitar alcaldías de Geroa Bai dentro de un acuerdo global para todos los ayuntamientos. ¿Qué le parece?

–Hemos conseguido mover al PSN de donde estaba en 2019 a donde le toca responder en 2023. Y, efectivamente, lo que es bueno para Navarra lo es para el resto de la poblaciones. Esa es nuestra exigencia: donde hay mayoría progresista debe haber un acuerdo progresista. Y si la ciudadanía decide que el Gobierno esté liderado por Geroa Bai llevará ese compromiso a los ayuntamientos para apoyar esa mayoría social.

Sin embargo, el planteamiento del PSN deja fuera a EH Bildu.

Nosotros hemos hablado de lo que es nuestro compromiso y nuestra responsabilidad. Allí donde Geroa Bai pueda liderar esa mayoría progresista habrá acuerdos progresistas en ayuntamientos y en el Gobierno, o no los habrá. No puedo hablar por otras formaciones políticas, esa ya es su responsabilidad.

¿Egüés va a ser uno de esos termómetros para medir esta varible? 

–Egüés es donde puedo reivindicarlo, porque lo que ocurrió en toda la Comarca no puede volver a suceder.

¿Es una forma de desmarcarse, como socio del PSN, de toda la polarización en el Ayuntamiento de Pamplona? 

–No, no, no, no es esa la vocación. No se trata de decir yo soy socio de primera y los otros son de segunda. Chivite decidió no incluir a EH Bildu en el Gobierno, pero EH Bildu ha trabajado en confeccionar las políticas institucionales como el resto. Desde fuera, con voz propia, dirán algunos. Sí, sí, pero en la toma de decisiones han estado. No se trata de buscar ningún protagonismo. Yo expreso mi compromiso. Si otros lo quieren hacer, quizá se despejen muchas dudas.

¿Se ha polarizado la campaña? 

–Se ha buscado, claramente. Y el primer interesado es la derecha. Cuento una anécdota, perfectamente publicable. En los escaños decíamos y nos reíamos: no hay mejor campaña electoral que la que Esparza le hace a EH Bildu. La polarización es equivocada, sobre todo si alguien pretendía que Geroa Bai se hundiera. No lo dice ninguna encuesta y es más, tenemos la aspiración digna de liderar el Gobierno de Navarra.

¿Pero ese ambiente perjudica electoralmente a Geroa Bai? 

–En algunos casos se ha buscado de manera muy deliberada silenciar nuestro trabajo. Ha parecido que los Presupuestos los hacía el PSN con EH Bildu. Pero si alguien piensa que en áreas tan importantes como la vivienda, el medio ambiente, el desarrollo económico, las políticas de euskera, memoria o Europa no está el trabajo de Geroa Bai, se equivoca. 

Hualde dijo: Esparza a la que de verdad teme es a Barkos como presidenta.  

–Hay quien quiere devolver la política navarra a antes de 2015, y no los adscribo a una sola sigla. Quienes quieren volver a la política de los quesitos, a quien más temen es a Geroa Bai, claro.

En campaña ha hablado mucho de autogobierno. ¿Se ha manipulado el debate?

–La cara A de la moneda nos dice que el PSN ha tenido el honor de firmar tres transferencias después de veinte años de sequía. La cara B nos dice que el PSN no ha impulsado ninguna transferencia nueva en cuatro años. De las tres, Tráfico y Sanidad Penitenciaria vienen del trabajo de mi Gobierno y están escritas en el mismo cuerpo de letra con el que lo hicimos nosotros. Lo aplaudo y de verdad que siento envidia sana, pero de la misma manera habrá que reconocer que desde la presidencia no se ha impulsado ninguna.

¿Qué le ha impedido a María Chivite reclamar competencias? 

–Es el presidente el que debe arrancar el proceso de una nueva transferencia. Chivite no lo ha hecho y creo que ejemplifica muy bien a lo que me refiero por falta de valentía política. A ver, que no podemos estar esperando a que Madrid nos transfiera nada. Ha faltado apuesta política por parte de la presidencia, eso es claro.

¿Por qué? 

–Porque miramos antes el no levantar la voz a Ferraz y Moncloa que a otra cosa.

Se ha visto con la Ley estatal de Vivienda, que invade competencias navarras. ¿Qué ha pasado?

–Pues que han aprobado la ley a menos cinco. Y aquí en Navarra llevamos ocho años trabajando en vivienda, como derecho subjetivo y con programas absolutamente consolidados. Se ha cambiado el paradigma y el tiempo nos ha dado la razón. Mire qué ha pasado con la mejora energética de las viviendas: hace ocho años lo planteábamos y parecía cosa de cuatro raros, y fíjese ahora. Pero es que la Ley estatal de vivienda acarrea una invasión competencial de la que, tiempo al tiempo, nos vamos a tener que defender.

¿Le ha llamado la atención que se haya hecho con el concurso de EH Bildu?

–Cuando una ley estatal regula competencias que no son suyas, es un error. Es muy peligroso que donde hay una izquierda jacobina se dé pie a meter la zarpa en el autogobierno. Por Fuero y por huevo, porque esto solo va a ralentizar lo que ya venimos haciendo años en Navarra. 

Con el recuerdo que tiene de Madrid, sobre todo como presidenta, ¿ve mucha diferencia en la relación actual de Navarra? 

–Escuchamos siempre al PSN decir que dos instituciones dirigidas por el mismo partido conlleva mejorías. Pero luego los acuerdos no llegan nunca. Yo presidí un Gobierno de Geroa Bai, con fuerzas muy distintas, y llegamos a un acuerdo histórico para la Hacienda Foral que repercutió en la vuelta de millones para Navarra.

Enfrente estaba el PP.

–¡Rajoy de presidente y Montoro de ministro! Y luego llegó Sánchez y también llegamos a acuerdos, por ejemplo el de Tráfico, aunque la derecha se centre en decir que es un acuerdo con EH Bildu. Yo creo que es mucho más útil no tener dependencias de partido y mirando el paso de los años creo que a Navarra le ha ido mejor con un Gobierno valiente en la defensa del autogobierno, de Fuero, pero sobre todo de huevo.

También lo ha dicho al hilo de la presencia de Navarra en el ámbito europeo, algo que recuperó su Gobierno. 

–El otro día lo recordé y presidenta dijo que ya estamos en el Ecofin. Sí, con voz, pero sin voto. Y la Hacienda estatal no es la Hacienda Foral. A Chivite igual le basta con la foto, pero nosotros queremos que se vote, porque no necesariamente el ministro va a exprimir todas las oportunidades que puede tener Navarra.