Navarra ha contemplado como la esperanza de vida ha ido aumentando en los últimos años, un incremento de la longevidad que viene acompañado, a su vez, de mejor salud y mayor autonomía. Según Nastat, la población de 65 años o más verá en los próximos 15 años aumentar sus efectivos en algo más de 48.000 personas y pasará a tener un peso sobre el conjunto de la población del 19,8% al 23,4%.

En este contexto, el sociólogo de la UPNA, Sergio García-Magariño, señaló en este Foro Hiria que la base piramidal de población de la Comunidad Foral está invertida. “La edad media subió dos puntos en estos dos últimos años, situándose en 42,8%. Un dato que demuestra claramente el envejecimiento de la población y que expone el problema social que tenemos”.

En este sentido, indicó que se deben abordar medidas a corto plazo que se adapten a las necesidades de este grupo de población y compartió con los asistentes algunas de estas propuestas, apuntando la necesidad de “establecer un sistema de aprendizaje sobre los cuidados” y de “repensar la sociedad”. Asimismo, apuntó que existe una brecha del envejecimiento entre el ámbito rural y urbano, citando algunos pueblos con una alta población de personas mayores como Azuelo o Castillonuevo, entre otros.

Por su parte, Inés francés, directora de la Agencia Navarra de Autonomía y Desarrollo de las Personas, anotó la diversidad del colectivo y de la importancia de “prestar atención en la prevención para envejecer con salud”. Al respecto citó que hay que “buscar estrategias para cumplir años libres de discapacidad”. Asimismo, subrayó que las ayudas procedentes de los fondos Next Generation han permitido la subvención en la compra de productos de apoyo con un componente electrónico, subrayando de esta manera la importancia de la colaboración público-privada para “llegar al mayor número de personas y construir un ecosistema de calidad”.

Sobre estas palabras, la directora general de residencias Amavir, Lourdes Rivera, aseguró que la colaboración en Navarra con la Administración es muy buena y una de las mejores del Estado. “El esfuerzo técnico y económico del Gobierno de Navarra ha posibilitado el acceso a servicios de calidad”. En este contexto, Rivera puso en valor la labor de promover la protección de las personas e impulsar acciones o iniciativas que estimulen la autonomía, que permitan que las personas puedan permanecer más tiempo en el domicilio”.

Sobre estos aspectos, la representante de la iniciativa “Pacto por la persona mayor del barrio de San Juan-Donibane”, Arantza Muñoz, coincidió en la idea de ofrecer propuestas para solucionar el problema de la dependencia y resaltó que “debemos reivindicar la autonomía” porque ésta “es la muestra de que tenemos capacidad de decisión”. Frase que asintió la pedagoga Sara Luqui y que aclaró diciendo que “muchos de ellos llegan con deterioro cognitivo” y que hay que “ver la situación en conjunto, poniendo en valor a la familia y su entorno como pilar fundamental para lograr esa autonomía”.

Por su parte, la coordinadora del Programa Senior de la Universidad de Navarra, Viviana Alegre, subrayó que “la educación tiene un papel relevante, tanto mental como físico, y que aporta muchos beneficios que contribuyen a un envejecimiento activo y saludable” Al hilo de este comentario, la directora de la Agencia Navarra de Autonomía y Desarrollo de las Personas, Inés Francés, afirmó que “se ha avanzado mucho en el desarrollo del sistema de dependencia y atención a los cuidados”, además de remarcar que “este grupo general es muy heterogéneo y diverso”, por lo que “ las acciones que se desarrollen deben contemplar las diferentes necesidades y adaptarse a ellas”.