"Lo he pasado mal, pero la espera ha merecido la pena"
Retornó al Athletic como una alternativa fiable en el centro de la zaga. Mikel San José, sin embargo, ha tenido que esperar cuatro meses para reivindicarse y sentirse válido para la causa. El navarro está en órbita a sus 20 años de edad
bilbao. Es un central con gol. Ha marcado en dos de los cinco partidos en los que ha comparecido como titular. Mikel San José, que ha disfrutado de estos días de vacaciones de Navidad en Villava junto a su familia, vive su pico más alto desde que retornara a la entidad rojiblanca. Se ha ganado un interesante crédito. Su recorrido en el Athletic se cierra en principio el próximo 30 de junio, momento en que se conocerá si continúa como león o retorna al Liverpool, con el que tiene dos años más firmado de contrato. Por el momento, es otro de los navarros que se asoma con paso triunfal en el Athletic.
¿Qué cuerpo le dejó la victoria ante Osasuna en el último partido del año?
Muy bueno. Empezamos de una manera inmejorable y éramos un vendaval, con ocasiones una tras otra. La pena fue que no hiciéramos el tercer gol. En la segunda mitad, no tuvimos tantas ocasiones, pero les supimos contener y nos les dimos opción de que se metieran en el partido.
El éxito se consumó en un "plis-plas". ¿Recuerda un partido con una gestión tan cómoda aparentemente?
No. Igual el resultado no fue tan abultado como en Almería. Allí estuvimos más efectivos, pero el domingo sí dimos una lección de gestión. Salimos muy concentrados en un entorno festivo para cerrar el año con muy buena cara.
¿Le decepcionó Osasuna, que no contaba ni con Pandiani ni con Aranda?
Fue más mérito nuestro que demérito de ellos. No estaban Pandiani ni Aranda, pero Dady, Camuñas y Portillo son grandes jugadores que pueden decidir un partido en cualquier momento.
Muy diferente a lo que ocurrió el miércoles anterior frente al Werder Bremen. ¿Cómo se pasa la noche tras encajar un 0-3?
Se pasa mal. Nunca te esperas un resultado tan contundente y menos en contra. Salimos con un equipo muy joven, a ganar y nos encontramos con tres goles muy temprano. Hay que aprender de ese partido.
¿Qué valoración hace del Anderlecht, rival en los dieciseisavos de la Liga Europa?
Dentro de lo que había en el bombo es para estar contentos. Es un equipo grande en su Liga y cualquiera a estas alturas es un rival fuerte. Tenemos que intentar dejar encarrilada la eliminatoria en San Mamés.
Hablando de Europa, hizo un doble debut ante el Austria de Viena. En San Mamés se estrenó como "león" y en el Franz Horr Stadion lo hizo como titular.
En ese primer partido no pude jugar todo lo que hubiera querido, pero traté de hacerlo lo mejor posible. En el encuentro de Viena, estaba muy concentrado, con ganas de hacerlo bien y esa noche sí dormí muy a gusto.
¿Más vale tarde que nunca?
Ha merecido la pena la espera. Lo he pasado mal durante un tiempo, pero el equipo estaba funcionando bien, no había motivos para cambiar y el míster confiaba en otra gente.
En el fútbol se pasa de la noche al día en un abrir y cerrar de ojos.
He estado tres meses prácticamente sin jugar nada. He trabajado a tope para demostrarme a mí mismo que cuando llegara la oportunidad, lo podía hacer bien. Creo que de momento lo estoy haciendo bien y me toca seguir aprendiendo.
"¿Para qué se ha traído a San José?", se preguntaba el entorno rojiblanco. ¿Llegó a pensar lo mismo?
No. Venía a Lezama cada día a entrenar y confiando en que el míster se fijara en que merecía una oportunidad de jugar.
Da la sensación de que su fichaje se trataba más de una apuesta de la junta directiva que del propio Joaquín Caparrós.
El entrenador habría dado una lista y a la Junta Directiva le tocaba satisfacerle en la medida de lo posible. En las negociaciones se nos apuntó que el míster estaba al tanto, por lo que no habrá sido una apuesta únicamente de la Junta.
Se asomó en el amistoso de Sestao el pasado 2 de septiembre, hizo gol y parecía estar listo para debutar. ¿Cómo dirigió el chasco de que no fuera así?
Como antes de ese partido, que tampoco jugaba. Ese partido me vino bien, jugué los 90 minutos y me sentí muy a gusto. Me sirvió para tener más ganas de seguir trabajando aún con más intensidad.
¿Llegó a barajar la posibilidad de salir cedido o de volver incluso al Liverpool?
Para nada. He venido al Athletic para jugar lo máximo posible. Al principio no fue así, pero ahora estoy jugando, aunque habrá que esperar qué ocurre cuando se recupere la gente que está lesionada.
Tras completar dos años en el Liverpool, se esperaba en su caso a un central a la inglesa.
Allí aprendí mucho, pero sigo con los valores que tenía cuando me trajeron a Lezama. Sí soy agresivo, pero tampoco es mi característica relevante. Es algo que voy aprendiendo cada año. En Inglaterra el fútbol es mas físico y los árbitros te permiten más, lo que facilita las cosas.
Caparrós desveló que ha ganado cinco kilos de peso. ¿Quiere decir que llegó blandito como para jugar en Primera División?
Sí que he ganado peso, pero tampoco diría que estoy jugando por esa causa. Ha sido simplemente porque el equipo lo estaba haciendo bien.
Pero habrá metido un montón de horas en el gimnasio.
Venimos unos cuantos dos o tres días a la semana por la tarde. Trabajamos el tema del gimnasio y, en mi caso, también el de la velocidad, que lo estoy mejorando.
En Viena el infortunio de la lesión de Ustaritz supuso una "bendición" para usted, que a las primeras de cambio le salió un encuentro bien redondo.
Nunca es agradable jugar porque se ha lesionado un compañero. Vino de esa forma y tenía que intentar suplirlo de la mejor manera posible para que no se notara su baja. Salió un partido completo y todo fue sobre ruedas. Marcamos pronto, en defensa estuvimos sólidos y arriba pegamos cuando llegó nuestro momento.
Ha desvelado una virtud de la que carecen los otros centrales del equipo: tiene gol. ¿Tiene bien trabajadas sus incorporaciones al ataque o esto es cuestión de fortuna?
Siempre he hecho goles desde pequeño, en juveniles y en el Liverpool. No sé si es un don o es suerte, pero a la que me cae la intento marcar. Tampoco se tiene que acostumbrar la gente, porque soy defensa.
Lo ha hecho de volea y en un remate de cabeza.
En Viena, peleé muy bien el balón. Cuando me cayó, sólo pensé en reventarla e intentar meterla. El de Zaragoza fue igual que el remate en Viena, que dio en el larguero. Ahí tuve fortuna de que fuera dentro.
Su cesión expira el 30 de junio, aunque es de imaginar que espera que no sea un viaje de ida y vuelta.
Eso lo tienen que decidir las directivas y habrá que esperar hasta el último momento.
¿Depende del Athletic o del Liverpool?
Hay que dejarlo por el momento, ya que depende de los dos. Prefiero mantenerme al margen a día de hoy.
¿El Liverpool le ha apuntado la posibilidad de regresar?
En principio tengo allí firmado dos años más de contrato. Aquí se tiene que decidir qué se va a hacer, los dos clubes se sentarán a hablar y me imagino que yo también tendré algo que decir.
¿Y cuando tenga que decidir?
De momento, me guardo esa respuesta. Tiempo al tiempo.
Tiene 20 años, o sea un recién llegado, casi como Iker Muniain.
Le he visto hacer diabluras con 6 años. Venimos los dos a Lezama, tiene 17 años pero no parece tenerlos por mentalidad y ello se nota en el campo. Le dan mil patadas, no se cae y sigue. Siempre ha sido un fenómeno. Me llevo muy bien desde pequeño con él y su familia y le he seguido también durante mi estancia en el Liverpool.
Ante el Werder Bremen también debutó Jon Aurtenetxe. Destaca el acné juvenil de este Athletic.
Desde abajo vienen pegando muy fuerte. Aurtenetxe tiene 17 años y ves que físicamente está hecho. Se agradece jugar con dos juveniles al lado y Jonás (Ramalho) en el banquillo. Yo también soy joven, estamos empezando y tenemos que aprender muchísimo para consolidarnos y seguir progresando.
¿Cuando militaba en el juvenil de Julen Guerrero veían como utópica la situación actual?
Piensas que ojalá en dos o tres años llegues al primer equipo. Ellos, por lo que sea, tienen la suerte de disfrutarlo ahora. Al final el Athletic se nutre de la cantera y cuanto más jóvenes estemos, mucho mejor.
Enero marcará el terreno del Athletic en Liga. ¿Es el momento de ponerse un objetivo alto?
No hay que ponerse objetivos. Está claro que vamos a intentar estar lo más arriba posible, pero como se cogen rachas buenas también puede llegar alguna mala.