Madrid. La llegada del autobús del Real Madrid a la plaza de la Cibeles con el trofeo de campeón de Copa fue accidentada por culpa de Sergio Ramos, al que, en el jolgorio en el autocar, se le escapó de las manos el trofeo, que sufrió una caída de unos cinco metros hasta el asfalto y fue arrollado por el propio autobús.
Ramos intentó suavizar el incidente: "No se me ha caído. Ha saltado ella cuando ha llegado a Cibeles y ha visto tantos madridistas. Pero no os preocupéis, que está bien".
Sin embargo, el joyero Federico Alegre, fabricante del trofeo y encargado de su mantenimiento, no estaba contento con la broma ni aceptaba el benigno diagnóstico del jugador madridista: "El trofeo se ha quedado destrozado. Lo tenemos en la UVI, y confiamos en que se pueda recuperar. Ha tenido suerte Sergio Ramos de que no le cayera a nadie encima, porque pesa 20 kilos".
Nada más conocer la noticia de que la Copa se había caído, Federico Alegre se desplazó al Santiago Bernabéu y entregó al Real Madrid, a las 6 de la mañana, una réplica del trofeo. Alegre siempre viaja con esa réplica a la final de la Copa para poder atender cualquier eventualidad -un robo o un accidente-.
La réplica ya está expuesta en las vitrinas del Bernabéu desde ayer y todo ha quedado una cara anécdota (el trofeo está valorado en más de 10.000 euros) y en infinidad de bromas en las redes sociales sobre el Real Madrid y contra la torpeza de Sergio Ramos.