Segunda oportunidad
iker lizarraga podrá volver a jugar a fútbol tras superar las dolencias cardiacas que le obligaron a retirarse
ocho meses después de que el cardiólogo le recomendara dejar de jugar, el fútbol va a dar una segunda oportunidad a Iker Lizarraga. Las dolencias han remitido y, tras insistir en varios especialistas y obtener el resultado de cinco pruebas, el médico le dijo la semana pasada que podía volver a la vida normal.
La alegría para el jugador de Urroz Villa es monumental, tras el mazazo que se llevó en marzo, cuando jugó su último partido con el Huarte. “Tengo 23 años y mi sitio está en el campo. Después de que me cerraran la puerta para jugar, nunca esperas que vas a volver a jugar. Es lo más grande. No hay palabras para describirlo. Estoy muy contento. Así que no hay que perder la esperanza. El médico me ha dicho que lo que tengo no llega a ser una enfermedad, que puedo entrenar tranquilamente y que con revisarlo una vez al año es suficiente”.
No se lo termina de creer. Había tratado de encauzar su afición en los banquillos, como ayudante del entrenador del equipo de su pueblo, el Urroztarra de Regional Preferente. “Cuando le dije la semana pasada al entrenador lo que me había dicho el médico, me dijo que llevara un par de fotos al día siguiente, que me iban a hacer ficha”, comenta Lizarraga. Así que la buena noticia ha sido para el jugador y también para el equipo, que se ve de forma inesperada con un fichaje de otoño sin pensarlo.
Lizarraga no estaba muy convencido de canalizar su afición a través de los banquillos, “pero la experiencia ha sido muy buena. Al principio se me hacía raro ir a los entrenamientos y no ser yo el que entrenaba. Pero Javi Serrano me ha dado mucha confianza, es muy buena persona y he estado muy a gusto con el grupo, así que ahora voy a ser uno más de la plantilla. Conozco a todos y me hace mucha ilusión volver a jugar. Este fin de semana no puedo porque estoy de baja por un tema en la muñeca, pero en cuanto reciba el alta podré volver a jugar”.
El proceso ha sido largo, a veces le daban ganas de olvidarse de volver a jugar, “pero la ayuda de un médico amigo de mi padre ha sido fundamental y desde aquí quiero agradecer a Luis Apesteguía por todo lo que ha insistido para hacerme pruebas que me han ayudado a volver a jugar, y también agradecido por todas las muestras de cariño que recibí al conocerse la noticia”.
Lizarraga recibió homenajes de los clubes por los que ha pasado al conocerse la noticia: Huarte, Txantrea y, por supuesto, el equipo de su pueblo, el Urroztarra, donde pertenece a la segunda generación que milita en el club. “Mi padre, César Óscar, jugó en el Urroztarra, y mi tío también. Fue la primera vez que el equipo estuvo en Tercera División”. El ascenso del Urroztarra fue algo muy sonado, al tratarse de un pueblo tan pequeño e inmortalizado en la canción de Tijuana in blue (1988). Después el equipo volvió a subir en la temporada 2000-01 y permaneció cuatro campañas en Tercera.
Con una familia de tanta afición por el fútbol, todos celebran la vuelta de Iker Lizarraga a los terrenos de juego. “A mis padres también les daba pena que no pudiera jugar, pero al que más pena le daba es a mí, porque me gusta mucho el fútbol y es lo que he hecho desde siempre”.
Fecha y lugar de nacimiento. 30-10-1991, Urroz-Villa. 24 años.
Vive en... Ekai.
Trabajo. Berlys (Mutilva).
Trayectoria. Empezó a jugar en el Pamplona hasta Fútbol 7. Después se incorporó al Txantrea, donde jugó hasta juveniles. Cinco años en el Huarte antes de retirarse por una enfermedad cardiaca. Ahora suma el Urroztarra.