Un chiste escatológico: un tipo que se pee en un ascensor, que nota que huele mal, que recuerda que acaba de comprar un ambientador para el coche y que lo usa. Y un vecino que entra en el ascensor y dice: “Joé, huele como si se hubieran cagado debajo de un pino...”. Sigo con atención el Mundial de Clubes -en toda Europa solo lo hacemos la mamá de Ronaldo y yo- y, por más que lo intento, no capto por ningún lado el olor a pino. Si ya la Intercontinental -mejores de Europa y Sudamérica- era más un partidillo navideño que un gran torneo, y eso que se medían las dos zonas con mejor fútbol, qué decir de eso de ahora en Japón. El fútbol tiene unos pocos buenos torneos, pero cuando fuerza el negocio no cuela. En todo caso, hace bien el Madrid en tomárselo en serio: si lo gana no recibirá grandes elogios -salvo de Roncero, Pedrerol y el Marca-, pero si lo pierde no va a haber en el mercado ambientadores suficientes.