El ‘cockney’ más famoso

En esa difusa barrera entre lo que es deporte y lo que se queda en juego siempre hemos tenido un respeto especial a la única disciplina en la que no desentona sostener con la mano libre una jarra de cerveza -por supuesto, solo para mantener el equilibrio-: el tiro de dardos. Puntería, habilidad y hasta artesanía, por la mala costumbre de los dardos de ir rompiéndose por delante y por detrás. El caso es que el tiro de dardos está de luto por la muerte de su primera gran estrella mediática, Eric Bristow, pentacampeón del mundo de 1980 a 1986, seis veces número uno del ranking mundial, cinco Masters (de los de verdad), etcétera. El cockney astuto (los cockneys son de un barrio popular muy concreto de Londres, y en My Fair Lady son protagonistas) era además un bocazas, lo cual le metió en más de un lío pero aumentó su popularidad. La próxima vez que tiren dardos, que alguno sea en su memoria. Aunque, bueno, una pinta también podría valer.