El Bidezarra expulsa a su delegado tras la tangana
primera juvenil el choque ante el aluvión fue suspendido por agresiones
pamplona - El Bidezarra expulsó ayer del club al delegado del equipo de Primera Juvenil involucrado en la tangana que se produjo en el partido del domingo ante el Aluvión y que derivó en la suspensión del partido en el minuto 80, con 1-1. Tanto el club de Noáin como Aluvión lamentaron ayer los hechos, pero sólo el Bidezarra actuó con determinación a la hora de erradicar los actos violentos de los campos de fútbol. El Comité de Competición, siguiendo su actuación habitual, abrirá información esta semana para recopilar lo ocurrido.
El Bidezarra redactó un comunicado en el que, en sus dos primeros puntos, condenó “con total rotundidad los hechos que empañan la magnífica temporada que está realizando nuestro equipo, al tiempo que lamentamos el deterioro de la imagen de nuestro club, de nuestro pueblo y del fútbol. La actuación de los responsables del Bidezarra fue encaminada a minimizar los efectos de la bronca y a impedir que una pelea entre dos se convirtiera en una tangana multitudinaria, lo que se consiguió”.
Tanto el delegado del Bidezarra como el entrenador del Aluvión presentaron denuncia por las agresiones. El entrenador del Bidezarra, Carlos Cedeño, testigo de la trifulca, no dudó en afirmar que “el domingo perdimos todos. Siento vergüenza y tristeza. Los entrenadores tenemos un rol de transmitir valores, pero lo del domingo fue un mal ejemplo. Los chavales de los dos equipos estuvieron chapeau. Todo empezó porque el entrenador del Aluvión, que a la vez es dirigente y entrenador del equipo de Autonómica, invadió nuestra área técnica y propinó un puñetazo a nuestro delegado. Eso generó una respuesta por su parte que supuso un puñetazo que de manera fortuita impactó en su portero suplente”. El delegado del Bidezarra confirmó esta versión.
Por su parte, el entrenador del Aluvión, Mere Sánchez, asegura que “nosotros fuimos víctimas. Durante todo el partido la falta de respeto y los insultos hacia la Ribera fueron continuos. Mi error fue acercarme al banquillo rival. Acerqué la cara a la del delegado, me escupe, le aparté con la mano y cuando me fue a dar un puñetazo, se lo propinó al portero suplente de mi equipo, que había ido a separarnos. El chaval se cayó al suelo. Los responsables del Bidezarra estuvieron correctos. De camino a los vestuarios vino de nuevo el delegado por detrás y me dio un puñetazo en la sien que me tiró al suelo y me quedé mareado. Estos hechos no se pueden dar en el fútbol”, concluye Mere Sánchez. - M.J.A.