Fueron 27 las peñas de Osasuna representadas ayer en la comida: Hermanos Flaño, Eneriz, Las Rojillas de El Sadar, Cierzo Rojillo, El Brujo de Bargota, Tudelana, Irrin-tzi Gorria, Komando Kantera, Vianesa Mendaviesa, La Tarta, Rotxa Gorria, 9 de Julio, Motxetes Rojos, Clarete, Olite Erri Berri, Ablitas, Tribuna Rojilla, Beti Gorri, Komando Iglú, Bortzirietako, Gorriak, Osasuna Veteranos, Kike Sola, Lodosa, Fustiñana, Kategorria, Sentimiento Rojillo y Mujeres de San Fermín.
Pamplona - Las Peñas de Osasuna celebraron ayer su día coincidiendo con la disputa del partido entre el conjunto navarro y el Deportivo, cita que congregó a 420 comensales en el frontón de Cordovilla y que sirvió para dos cosas: para demostrar el buen rollo que existe entre las hinchadas de ambos equipos, ya que unos 30 seguidores del cuadro gallego se colaron en la fiesta para compartir mesa y mantel con los aficionados rojillos, y también para homenajear a Javi Flaño, autor hace ya casi cuatro años de un postrero y salvador gol en Sabadell que permitió a Osasuna eludir el descenso a Segunda B en el último minuto del último partido de aquella temporada de infausto recuerdo.
Al lateral de Noáin le entregaron un trofeo con una inscripción en la que se podía leer: “La Federación de Peñas Beti Gorriak a Javier Flaño por darnos a todos los rojillos la posibilidad de seguir soñando”. El futbolista recogió el premio en persona y se mostró agradecido. “Muchas gracias por acordaros de mí. Soy un rojillo más, estoy orgulloso de lo que viví aquí y ojalá logremos el ascenso”, dijo el ahora jugador del Logroñés. Tras sus emotivas palabras, los más de 400 comensales le tributaron una sonora ovación y Javi Flaño volvió a responder, aunque esta vez dejándose fotografiar junto a todo el que se lo solicitó y firmando autógrafos sin descanso.
El presidente de Osasuna, Luis Sabalza, y uno de sus vicepresidentes, César Muniáin, también se dejaron ver en una fiesta que contó con la participación de las mascotas del club, Rojillo y Rojilla, y que se convirtió en el mejor aperitivo para un partido en el que el conjunto navarro sumó una nueva victoria en El Sadar para el delirio de los más de 16.000 aficionados que se resistieron a abandonar sus localidades para festejar el triunfo.