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El Injerto, ante el partido de sus vidas

El equipo de Berbinzana afronta este miércoles la ronda previa de Copa del Rey ante el Utrillas (19.00 horas)

El Injerto, ante el partido de sus vidasIñaki Porto

A 90 minutos del sueño de medirse a un Primera División. 11 palabras que resumen la ilusión que llena el pueblo de Berbinzana, de apenas 600 habitantes, en los días previos al partido que puede cambiar las vidas de los jugadores del Injerto, equipo de menor categoría que disputa la ronda previa de Copa del Rey, que le enfrenta este miércoles al Utrillas (19.00 horas) y que será retransmitido por Onda Cero.

Hay que remontarse a 1933 para dar con la fecha en la que el fútbol comenzó a practicarse en Berbinzana. Fue de la mano del coadjutor de la parroquia del pueblo, Don Casimiro, que en sus ratos libres juntaba a los jóvenes y los organizaba para jugar al fútbol. Más adelante formó dos equipos, a los que vistió de rojo y azul para disputar partidos entre ellos. Un año más tarde ya se desplazaban a las localidades vecinas como Lerín y Artajona.

En 1946 el equipo se federó por primera vez. Bajo la presidencia de Jose Luis Chocarro, y con Donato Bergara en el banquillo, el Injerto competía en el campo de San Pedro, en la Txantrea, contra equipos como Carcastillo, Murillés, Valtierrano, Castillo, Atlético Tafallés, Aurrera, Azkarrena y Alkartasuna. Esa primera andadura del Injerto de Berbinzana duró hasta 1954, cuando el equipo desapareció, a pesar de que varias cuadrillas de amigos jugaban en el campo.

En 1970, Isidoro Rodríguez y Alfonso Chocarro, miembros de la primera plantilla federada, refundaron el club en el campo El Sotico como presidente y entrenador, respectivamente. Con el paso de los años fueron pasando presidentes hasta llegar al actual, Manuel Chocarro, que jugó en el club durante veinte años y al que la Copa del Rey le ha quitado el sueño en los últimos días.

Chocarro, que ha pedido 300 entradas para el partido, reconoce que “esto parece que se está desbordando, por cómo está el pueblo con las ganas, por lo que puede pasar. Estamos expectantes, pero esto es el premio de ganar las dos copas. Es algo grande, y si ganamos será la bomba. Por el nivel del equipo, han aumentado los socios”.

Para el presidente, que lleva seis años en el cargo, esta cita es “algo histórico, estoy en una nube. Estoy deseando dar la máxima información del club”, del que 18 de los jugadores tienen echadas, por un motivo u otro, las raíces en el pueblo. “Es un pueblo tan pequeño que hace que seamos una familia”, sentencia.

Por otro lado, Kike Jurío, entrenador del equipo, no esconde haber “confiado en el equipo y tengo la sensación de que llegamos en un buen momento para afrontar el partido ante un rival que teóricamente tiene más potencial, que rozó la Tercera División y tenemos referencias de que es un equipo muy difícil y jugamos en su campo, con su gente, que es una dificultad añadida”.

Para afrontar el encuentro, el técnico, que afronta su tercera temporada en el equipo, apunta a “disimular defectos o debilidades que tengamos y hacer hincapié en lo que es el equipo, porque no tenemos otra forma de prepararlo. Que el jugador sepa de la importancia, de lo que jugamos, y que estén ordenados”.

El preparador agradece el formato por el que han accedido a disputar este partido, porque “la Supercopa es un formato que nos permite a los equipos de primera regional acceder a esto y ninguna otra federación lo hace. Me parece que es un formato muy justo y muy interesante para el fútbol modesto, regional”, después de un año sin competir por la pandemia.

El Injerto puede hacer historia si pasa de ronda. Berbinzana se convertiría en el pueblo con menos habitantes en tener un equipo en Copa del Rey, récord en poder del Becerril, con menos de seis mil habitantes.