Las comparaciones son odiosas y existen casos en las que ni siquiera son sostenibles. Abderrazak Abdo Hamdallah (17-XII-1990, Safi) se encuentra a años luz de astros del nivel de Leo Messi o Robert Lewandowski en cuanto a carrera profesional, reconocimiento e impacto mundial. Al igual que ellos, el punta marroquí es también un reconocido artillero; eso sí, en campeonatos ligueros mucho menos punteros. Sin embargo, marcar goles es el arte más complicado del fútbol sea cual sea el escenario y en el currículum de Hamdallah siempre constará que en el año 2019 nadie en el mundo perforó más redes rivales que él. Según la Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol (IFFHS), sus 57 goles luciendo la camiseta del Al-Nassr saudí, el equipo que últimamente ha sido señalado como posible nuevo destino de Cristiano Ronaldo, superaron los 54 de Lewandowski con el Bayern Múnich y los 50 de Messi con el Barça.

Lo de marcar goles con fluidez ha sido algo habitual en la carrera de Hamdallah, un punta habilidoso y con capacidad para finalizar con ambas piernas. Eso sí, en campeonatos tan alejados de la élite como los de Marruecos, Noruega, China, Catar o Arabia Saudí, donde actualmente milita en las filas del Al Ittihad. Sin embargo, nunca ha sido capaz de transportar ese talento a cotas más elevadas ni tampoco a su propia selección (25 participaciones con seis goles, cinco de ellos en encuentros amistosos) por su carácter polémico y volcánico, que le ha llevado a cambiar de club con asiduidad e incluso a una retirada provisional de su selección. En el Mundial, hasta el momento, ha salido del banquillo en los tres encuentros de la fase de grupos disputando un total de 40 minutos sin fortuna de cara al gol, pero si las cosas no les van bien a los Leones del Atlas en el duelo de octavos de final de hoy frente a España es probable que Walid Regragui vuelva a echar mano de él.

Hamdallah se dio a conocer en el Olympic Safi marroquí y en 2013 fue traspasado al Aalesund noruego, que le convirtió en el jugador más caro de su historia (un millón de euros). Pese a sus problemas de adaptación, marcó 15 goles en 27 encuentros y solo cumplió el primero de sus tres años de contrato ya que en febrero de 2014 el Guangzhou chino, entrenado por Sven-Goran Eriksson pagó 4,5 millones para hacerse con sus servicios. Su primera campaña fue magnífica, con 22 goles en otros tantos encuentros, pero en la segunda jugó muy mediatizado por las lesiones, tuvo un enfrentamiento con su nuevo técnico, Cosmin Contra, y volvió a cambiar de aires. Recaló en el El-Jaish de Catar, donde volvió a brillar en su curso de estreno (21 goles en 23 partidos) para perderse el segundo por problemas físicos. Pasó al Al-Rayyan en el ejercicio 2017-18 y su notable rendimiento (20 encuentros, 18 goles) le sirvió para fichar por el Al-Nassr de Arabia Saudí.

Su rendimiento allí fue magnífico, destrozando numerosos registros a la hora de perforar las porterías rivales. En tres temporadas, jugó un total de 108 partidos en los que marcó 112 goles, lo que le valió el apelativo de El Verdugo por parte de la afición saudí. En 2019 tuvo su momento de gloria al conseguir ser el máximo goleador de todo el planeta, pero ese mismo año anunció su retirada de la selección por motivos que ni él mismo aclaró. Eso sí, meses antes había protagonizado una bronca con varios compañeros en pleno amistoso previo a la Copa de Naciones de África porque no le permitieron tirar un penalti en el último minuto. Fue reemplazado para la convocatoria de dicha competición y meses después llegó su renuncia, aunque meses antes del presente Mundial pidió regresar y su solicitud fue aceptada por Regragui.

A nivel de clubes, ni siquiera su capacidad goleadora le permitió asentarse en el Al-Nassr. El club rescindió su contrato a finales de 2021. Según diversos medios árabes, su indisciplina fue la razón para la toma de esa decisión. “Quiere ser la única estrella del equipo y eso afecta al ánimo de sus compañeros”, se publicó. Fichó por su actual conjunto, el Al-Ittihad, donde en dos ejercicios lleva 21 goles en 17 encuentros. Hoy tendrá una nueva oportunidad de trasladar su capacidad como artillero a una selección de Marruecos que busca hacer historia.