Aihen Muñoz (Etxauri, 16 de agosto de 1997) es un gran ejemplo de superación. El defensa navarro de la Real Sociedad es un superviviente del fútbol que siempre vuelve cuando algunos le dan por muerto. Está en el mejor momento de su carrera.

¿Está en el mejor momento de su carrera?

Yo lo estoy viviendo igual que la primera parte de la temporada. Con mucho ritmo, muy bien físicamente, siendo súper valiente. Creo que el año pasado también estuve así. Pero sí que es verdad que ahora estoy disfrutando, aunque tampoco sé si es mi mejor momento de mi carrera.

Es uno de los realistas de moda. Recibe muchos elogios.

Sí, es cierto, pero tanto cuando no estaba jugando como ahora que sí que estoy teniendo continuidad, siempre me he centrado en mí. Es lo que me ha llevado a aprovechar todos los minutos que juego. La verdad es que siempre que me centro en mí, intento disfrutar y ser valiente, es cuando me salen bien las cosas.

¿Qué ha cambiado?

Nada, que ahora estoy jugando con continuidad. El mes y medio que no estaba jugando me encontraba mentalmente súper bien, me consideraba preparado, pero el míster decidía no ponerme y ya está. Ahora estoy jugando con regularidad y confianza, y estoy disfrutando.

¿Qué le dice Imanol?

Que siga así. Que sea valiente, que encare y tire para arriba. Que sea ganador en los duelos y sobre todo eso, que sea valiente.

Pero se le ve como más seguro de sí mismo, como si el lateral ha recuperado el espíritu del antiguo extremo que era…

Eso se gana con la experiencia. Con el saber controlar los momentos de partido, con ser atrevido, con intentar aportar en esos últimos metros al equipo y la verdad es que tanto ahora como al inicio de esta temporada y la pasada lo estoy haciendo. Me encuentro satisfecho de cómo estoy haciendo las cosas.

Contra el Rayo dio sus primeras asistencias del curso.

Sí, sobre todo estoy contento por cómo se dio, con las dos asistencias y la remontada. Tenía ganas de dar alguna. Muchas veces reconozco que quiero hacer más números y aportar en ataque dando asistencias. Ese día valieron para remontar.

Siempre ha sido un jugador con buen pie.

Sí, antes daba muchas asistencias, pero últimamente no está siendo así. Pero, bueno, las asistencias dependen de muchas cosas como poner bien el balón, que luego se remate, que no te la despejen… Sé que todo no depende de mí, aunque mi trabajo sea poner buenos balones al área.

De marcar goles no hablamos, ¿no?

He marcado uno y con la derecha (risas). Al Panaderías Pulido en la Copa. Ojalá meta alguno, pero de momento no se ha dado.

¿En el 4-3-3 el lateral tiene más margen para atacar?

Cuando jugamos en rombo tienes toda la banda para ti y debes controlar más las subidas. Con el 4-3-3 tienes al extremo abierto y estás dos en la banda. Luego también depende de la presión, de si estás en tu campo o no… Los dos sistemas cuentan con mucha capacidad de llegada, aunque en los últimos encuentros en los que he jugado con Barrene y Oyarzabal he tenido muchas posibilidades de subir, de doblar por fuera. Y ahí estamos.

“Le he cogido cariño al puesto de lateral”, me dijo en una entrevista hace años ya. ¿Mantienen esa buena relación?

Claro que le tengo cariño. Ahora soy un lateral y cada vez con más experiencia, tratando de aprender más, adaptándome a todo lo que pide el míster… Estoy muy contento.

Aihen entra en la categoría de superviviente. Cuando nadie parece creer en él, siempre acaba resurgiendo y haciéndose un hueco en el equipo.

Sí, yo intento demostrarme a mí mismo que soy capaz y siempre que me ha tocado, como al inicio de la temporada y ahora, he sido capaz de mantener el nivel. Lo que intento sobre todo es intentar aprovechar las oportunidades cuando me tocan.

Durante gran parte de la temporada el indiscutible titular ha sido Diego Rico.

Vine de la lesión, estuve un tiempo parado y luego el míster pensaba que tenía que jugar Diego. Los dos hemos competido muy bien, eso no significa que uno sea mejor que el otro, luego la gente de fuera que opine… Yo me centro en lo mío y en intentar aprovechar las oportunidades. Siempre que me toca lo aprovecho, intento demostrar que puedo jugar aquí y dar el nivel. Y ya está.

¿Ha tenido que aprender a disputar todos los encuentros como si estuviese en juego su titularidad?

Sí, antes me metía mucha presión para intentar demostrar a los demás. Ahora sé que no tengo que demostrar nada a nadie y que no debo nada a nadie. Y lo que tengo que hacer es demostrarme a mí mismo que puedo.

¡Pero cuántas veces se lesionó en el partido de Vigo!

La verdad es que al partido llegué súper bien, no tenía ninguna molestia y me llevé un fuerte golpe en la cabeza. Alguna vez hemos hablado de que igual sí tuvo algo que ver. No me mareé ni nada, pero es mucha casualidad que después de un golpe en la cabeza me rompiese así el aductor. Fue una pena porque estaba a un gran nivel y tuve que parar, pero, bueno, ya está olvidado.

Hoy en día, como dice Imanol, el autobús txuri-urdin no espera a nadie…

Sí que lo piensas. Al final es un momento duro el no jugar y no poder entrenar con los compañeros, el estar todo el día en la camilla… Sí que te da un poco de miedo. Lo piensas, pero es que poco más puedes hacer contra eso. Lo único hay que hacer es recuperarse, ponerse bien y esperar a una nueva oportunidad.

Algunos dicen que es bajito para ser lateral...

La verdad es que no lo he escuchado nunca. Se tiene que ver más a ver cómo va uno a las disputas, cuánto de ganador es en los juegos aéreos y yo muchas veces, a pesar de no medir 1,85 soy muy ganador en disputas aéreas. La verdad es que no lo había escuchado, pero no me importa.

Un técnico me comentó cuando le pregunté si estaba preparado para jugar tanto seguido: “Este es navarro”. Suple muchas cosas con ese carácter...

Es sobre todo estar conectado al juego, intuir dónde van a caer las bolas, ser ganador en los duelos y eso muchas veces no te lo da la altura o el físico. Llegar un segundo antes te puede dar mucha vida tengas el físico que tengas.

¿Sufre más de lateral que de extremo?

Sí. Defender es una responsabilidad grande, pero es verdad que en este equipo todo el mundo defiende. Los extremos trabajan mucho, nos ayudan mucho a los laterales y cuando jugaba de extremo no me preocupaba tanto de bajar. Es verdad que me gustaría estar atacando todo el rato, pero no se puede. En este equipo defienden todos y los laterales notamos que nos ayudan mucho.

Pocos saben que usted se rompió la rodilla de juvenil...

Con 18 años. Es parte de esto, puede llegar, puede pasar y hay que intentar afrontarlo con normalidad y por lo menos que te sirva, que sean ocho meses o los que sean de aprendizaje y de hacerse mentalmente fuerte.

Habrá sido un buen apoyo para Oyarzabal...

Él es un animal mentalmente, lo ha llevado súper bien, es un ejemplo para todo. Y como en este equipo ha habido varias rodillas rotas le hemos ayudado entre todos.

¿Cómo era su generación en categorías inferiores?

Siempre hemos sido no sé si ganadores, pero ya se ha visto… Zubeldia y Oyar llegaron mucho antes, Guevara y yo hemos tardado un poquito más, pero hemos competido mucho. Ahí estamos los cuatro, peleando siempre cada día.

La sonrisa de Aihen es patrimonio de la Real.

Soy muy feliz aquí, con lo que hago y ojalá siga mucho tiempo así.

Se siente un privilegiado.

Intento que eso sea todos los días, me levanto con ganas de venir, me siento un privilegiado.

¿Ha cursado estudios?

Tengo dos años de IVEF, pero lo he dejado.

¿Algún hobby en especial?

Leer, estar con los amigos, ir al pueblo, pasear a la perrica, estar con la novia...

¿Creo que se convirtieron en los MVP de la celebración de Sevilla.

(Risas) Sí, sí. Mano a mano.

El pase a la Champions parece casi, casi hecho...

Quedan cinco finales y a ver qué pasa. Estamos cerca, pero hay que pelearlo.

Diez puntos de doce es un golpe casi defintivo...

Se ve tanto en Primera como en Segunda que a los de arriba les está costando. Nosotros hemos conseguido esos diez puntos de doce y eso nos ha dado mucha vida y fuerza para seguir ahí arriba, tener ese margen y a ver si seguimos así.

Y cuatro victorias en casa seguidas...

Sabíamos que teníamos que hacernos fuertes en casa y este último mes ha sido muy bueno, con todo victorias y nos ha dado esa fuerza y esa ventaja.

¿Cuáles son sus cuentas?

Sabemos que por lo menos los de casa tenemos que ganar. Si ganamos al Girona, también hay enfrentamientos directos y a ver si podemos aumentar ese margen aún más. 

Fuera les esperan dos miuras: Barcelona y Atlético.

Sí, vimos cómo en el Bernabéu puntuamos. Son rivales fuertes, grandes e intentaremos ir a por ellos fuera de casa.

Salen fuertes, sufren un bache por febrero y llegan con gasolina al final. ¿Está todo programado?

Todos los equipos caen en algún momento. Es muy difícil seguir a este nivel todo el año, siempre hay un bajón y hay que intentar que sea el menor posible, pero es verdad que este año también lo tuvimos y ahora le estamos dando la vuelta

¿Y de dónde sacan esas fuerzas para cerrar el objetivo?

Físicamente estamos muy bien preparados. Desde el primer día de pretemporada nos ponemos a tope y al final las lesiones son parte del fútbol y no quiere decir que sea por una carga del cuerpo técnico. Siempre hay lesiones, igual es casualidad que nos han tocado en ese margen de temporada. Llegamos como motos.

¿Qué les dice Imanol cuando recaen en el mismo bache?

El juego ha sido bueno, ha sido más de resultados. En el juego y el estilo nos hemos mantenido y a ver cómo acaba la temporada.

¿No se valora lo suficiente?

En los últimos años hemos hecho muy buenos años y hemos sido nosotros los que hemos puesto el nivel tan alto. Hay que ser conscientes de quiénes somos y de dónde venimos, pero los primeros que queremos estar arriba somos nosotros.

Aunque Imanol no lo vea así, sufrir es normal a estas alturas.

Hay que sufrir, pero hay darle el valor que tiene porque el equipo lleva varios años haciendo un buen trabajo, entrando en Europa con continuidad y hay que vivirlo con mucha pasión, pero hay que ser cautos y saber de dónde venimos.

¿Cómo le ve al técnico?

Con ganas de seguir estos cinco partidos a tope, metiéndonos caña para que no nos relajemos y sigamos al pie del cañón.

Él ya dijo que se le quedó la espina clavada el año pasado con la Champions.

Estuvimos cerca y este año también lo tenemos ahí. A ver si damos ese último empujón y lo logramos.

¿Cómo lleva la competencia con Diego Rico?

Muy bien. Nos llevamos súper bien, nos apoyamos el uno al otro. Muy contento de tenerle como compañero y ha hecho muy buen trabajo.

¿Le sorprendió su renovación por dos temporadas?

No. Él ha hecho un muy buen trabajo. Los dos meses que estuve lesionado estuvo a tope jugando muchos partidos, lo hizo muy bien y se ha ganado la renovación.

¿Hay que fichar otro lateral?

Eso no lo tenemos que decidir nosotros, pero cuando nos ha tocado lo hemos hecho bien y lo que digan de fuera nos da igual, nos centramos en nuestro trabajo y en intentar ayudar al equipo.

Los laterales son los patitos feos de la plantilla este curso...

Estoy acostumbrado, no pasa nada. Intento aprovechar mis minutos, creo que cuando me toca lo estoy haciendo y ya está. No me preocupa.

¿Piensa que la Real cambiará mucho si acaba cuarta?

El entrar en Champions te permite económicamente dar un paso, pero el estilo va a ser el mismo con este cuerpo técnico. No sé qué decisiones tomarán, pero ojalá entremos, que no está todo hecho, pero si lo hacemos la Real va a seguir siendo la Real

¿Sufrió con Osasuna en la final?

Se ha sufrido, pero se ha disfrutado también. Han hecho un trabajo increíble, se vio que la afición es la hostia, siempre apoyando y a pesar de la derrota lo han disfrutado.

La afición de Osasuna recuerda a la de la Real

Son aficiones muy parecidas, que siempre están, siempre apoyan, han estado en Segunda, a punto de bajar a Segunda B, siempre han estado ahí y el equipo se lo merece.

¡El gran objetivo del año que viene es volver a la final de Copa!

Nosotros vamos a por todas las competiciones y si se da otra final sería increíble vivirlo con la gente, y, ojalá, trabajamos para eso.

¿Su cuadrilla es como la de Pacheco, muy rojilla?

Pues sí. Al final es nuestra tierra y yo lo viví muy intensamente y es una pena que no la ganaran, pero hicieron un trabajo increíble.

¿Cómo acabó el partido contra el Madrid?

Muy contento. Es cierto que llevaba unos encuentros jugando y que llegué cansadito, pero durante los 90 minutos me vacié consumiendo todas mis reservas de energía y la verdad es que salió muy bien.

Con el campeón de Europa y sus internacionales sabe mejor.

Sabíamos que iba a ser un partido complicado, pero que si ganábamos nos íbamos al parón con una muy buena distancia respecto a los demás equipos e hicimos un partidazo.

Menos mal que el Madrid no se está jugando la Liga, porque del supuesto penalti de Rulli a Vinícius pasaríamos a la expulsión de Carvajal. ¿Cómo la vio?

Me dio. Tenía una marca de sus tacos en la pierna. Es cierto que él toca balón primero y yo como lateral le entiendo. Va fuerte en la disputa, toca pelota, pero es una acción peligrosa con la que me puede hacer mucho daño. Insisto, le entiendo, pero es una entrada peligrosa y a mí al momento me hizo mucho daño. Él tenía amarilla y si vas así a una disputa puede pasar que te expulsen.

De hecho, se disculpa corriendo al ser consciente de que le podía haber lesionado…

Sí, él ya sabía que me había dado, aunque también había tocado el balón antes. Supongo que le molestaría mucho el irse a la calle, pero si has visto una amarilla no puedes entrar así.

Su carrera está ligada al Madrid; debutó en el Bernabéu y se le vio más cómodo con balón que sin él. 

Con balón siempre me ha gustado estar bien. Me tocó debutar ese día con ese resultado y es verdad que contra el Madrid ha habido muchos partidos con muchos resultados, algunos hemos perdido, pero en otros he disfrutado de la experiencia de ganarle.

¿Ha cambiado mucho desde ese día?

Han pasado unos cuantos años. Ahora soy mucho más maduro, la experiencia te da otras muchas cosas.

Empezó el siguiente curso de titular, pero llegó Monreal y desapareció del mapa.

Es duro. Me pilló joven y sin mucha experiencia, pero he intentado aprender esas cosas de ser fuerte mentalmente y ahora estoy agradecido a ese momento porque me hizo aprender mucho.

Necesitó ayuda psicológica...

Con Ibarrondo he hecho un trabajo increíble y estoy súper agradecido a él. Con él vi que me daba las herramientas y es cierto que para muchos de nosotros ha sido súper importante.

¿Es de los que se martiriza?

Ya no. Antes sí, pensaba que con cada fallo se acababa el mundo; ahora intento darle la vuelta lo más rápido posible. Sí que molesta el hacer un fallo, pero no puedes rebobinar, así que a mirar para adelante.

No se piensa en ustedes. No es fácil convivir con el error y las redes sociales...

A todos nos toca llevarnos palos y más en redes sociales, que todo el mundo se cree con derecho a opinar de todo. Hay que pensar en los jugadores, todo el mundo lo quiere hacer bien. Yo me quité Twitter e intentar mirar para adelante, aprender y hacer lo que depende de cada uno.

¿Tampoco lee prensa?

A veces leo, pero, como no me va a ningún lado ni va a cambiar mi manera de afrontar el día a día, procuro no hacer mucho caso.

¿Las críticas le han hecho daño?

Antes igual sí porque pensaba que eso podía cambiarlo yo, pero un día me di cuenta de que ante esas cosas no se puede hacer nada, que cada uno puede escribir lo que le da la gana. Encima hay gente que hace mucho caso a esas cosas, pero yo intento pasar, centrarme en lo mío y si me centro hago bien las cosas.

Pero usted siempre ha sido un canterano respetado y querido...

En la afición sí, pero muchas veces leemos diez mensajes buenos y uno malo y la mente del ser humano es así, te quedas con lo malo. Yo me siento súper querido y sé que todo lo que he hecho me lo he ganado yo. Es verdad que antes hacía más caso a las críticas y me dolían y por eso dejé de leer, porque sé que no valen para nada.

En verano de 2021 tuvo un pie fuera de la Real y de la Liga...

Fue duro porque quería seguir, pero en el momento de más opciones de salir estaba decidido a hacerlo, probar otras cosas... Lo que no iba a hacer es forzar aquí una etapa en la que igual no tenía mucho que ver. No tenía ningún miedo a salir, tenía ganas de probar otras cosas y eso me dio fuerzas para valorar el día a día aquí. Sabía que lo iba a dar todo por estar aquí, pero en el caso en que tuviese que salir no tenía ningún miedo en marcharme.

¡Y en diciembre le renovaron hasta 2024! ¿Ya le han llamado otra vez?

No, por ahora no. En ese momento me centré en disfrutar del día a día, intentar darlo todo y seguir así. No hay que mirar muy lejos; hay que mirar el siguiente entrenamiento, el próximo partido. Me acuerdo de hablar con el cuerpo técnico y decirles que mientras estuviese lo iba a dar todo por estar aquí.

Es uno de los miembros de la guardia pretoriana de Imanol.

Nos hemos entendido siempre muy bien: yo lo que él quería de mí y él me ha apoyado en cómo trabajar el lateral, cómo vivir los partidos, cómo tener esa pasión. Y cuando me ha tenido que sentar lo ha hecho y cuando me ha tenido que poner, también. Es cercano, súper justo y está haciendo de la Real un equipo grande

Con un amigo como Guevara siempre se lleva todo mejor...

Hemos ido de la mano y es una gozada. Es como mi hermano y ahora le está tocando vivir otra parte del fútbol, pero siempre apoyándonos.

¿Hablan mucho de lo que puede ser una salida de la Real?

Es que no se acaba el mundo. Los dos queremos estar aquí. A mí me está tocando jugar, pero hace mes y medio no; igual ahora él le da la vuelta. A ver qué pasa.

Fue bonito celebrar el centenario juntos, el mismo día.

Sí, y sobre todo estar día a día con él, dar los pasos a la vez, vivir juntos, crecer, madurar... Estoy súper agradecido.

Su ardor guerrero encaja muy bien en el nuevo Anoeta...

Me gusta tener esa conexión y encima un jugador de la casa lo vive al máximo. A mí me gusta vivir el fútbol con pasión y encima defender el club de mi vida es la hostia y más ahora, tal y como está Anoeta, que hay un ambientazo, la grada muy enchufada… Esa comunión es increíble.