Al Tudelano se le hace largo en Lasesarre

La entrada de Borka Vincent fue la única novedad en el once inicial de un Tudelano ambicioso en el arranque, con una buena jugada personal de Colau, antes de cumplirse el primer minuto de juego de la primera parte, que solo la intervención ´in-extremis´ de un zaguero local evitó que el conjunto visitante se adelantara en el marcador. No se arrugó el Barakaldo, dispuesto a meter ritmo al encuentro, con algunas aproximaciones peligrosas, incluido un disparo ligeramente desviado de Huidobro cerca de la media luna del área.

Sufría, por momentos, el equipo de David González con los centros laterales de un rival al que le costaba definir los remates dentro de los tres palos. A pesar de ese peligro del equipo vizcaíno, los riberos no se atrincheraron atrás e incluso gozaban de la posesión del balón en campo contrario, pero carecieron de profundidad y, sobre todo, un certero último pase para crear peligro real frente a un Barakaldo que estuvo bien organizado en tareas defensivas. Un disparo blando de Eder Iribarren, que detuvo sin problemas el meta Jon Tena, fue la única acción de ataque reseñable de los navarros en una primera mitad que acabó sin goles y sin mayores novedades, esperando que mejorara el espectáculo futbolístico de cara a la segunda mitad.

Tras el paso por los vestuarios, el panorama cambió de forma drástica con un Barakaldo más volcado en ataque. Encontró su recompensa en una internada por banda derecha de Pacheco, que acabó con un centro raso para la semivolea de Orozko, que envió al fondo de las mallas a los 51 minutos.

El gol adverso resultó un mazazo para los hombres de David González que prácticamente desaparecieron durante unos cuantos minutos del césped del Lasesarre. Los locales olieron las dudas, y tras un primer aviso con la testa de Orozko, ampliaron con celeridad la diferencia, al aprovechar Pacheco, sobre la línea de gol, un buen servicio con el pecho de Íker Pedernales (minuto 60).

Con media hora por delante, el Tudelano estaba noqueado y tuvo suerte de no encajar algún tanto más, tras un remate de Orozko salvado por su guardameta Roberto Santamaría. Un disparo de Colau cerca del palo fue el único atisbo de reacción de los tudelanos, mientras que los vizcaínos querían una mayor ventaja, pero, de momento, el travesaño y alguna buena respuesta del portero visitante, impedían un mayor despegue.

Una clara mano del jugador local, Markel Artetxe, dentro del área permitió a Colau anotar de penalti y estrechar el marcador, pero resultó un espejismo, y más cuando ya en el inicio del descuento, Buján aprovechó un contraataque para poner el definitivo 3-1.