La Real Sociedad ha cambiado radicalmente de opinión sobre la situación de Mikel Merino. De estar aparentemente tranquilos y ser optimistas de cara a su renovación y a su continuidad a verlo todo muy negro. Incluso por momentos lo da casi por perdido al considerar que no van a poder alcanzar sus peticiones económicas, por lo que no van a lograr su continuidad a la finalización de su contrato en junio de 2025.

Ya no descarta incluso la posibilidad de traspasarlo este mismo verano para ingresar una cantidad de dinero, aunque nunca alcanzaría su cláusula de 65 millones de euros, puesto que si cumple el año de contrato que le queda, se marcharía libre en caso de que no firme antes su continuidad en Donostia. Una posibilidad cada vez más lejana por lo que ya está en el mercado analizando posibles sustitutos.

Este periódico ha podido confirmar que hay dos clubes que han mostrado mucho interés en hacerse con sus servicios y que están preparando lanzar una ofensiva, aunque todavía no han presentado una oferta formal a la Real, que ya está al corriente de sus intenciones. Al parecer, las condiciones que le plantearán al jugador son irrechazables.

Este tipo de movimientos son bastante habituales entre los clubes y algunas veces al final se quedan en nada, pero no da la sensación de que vaya a ser este el caso. Merino es internacional, sus números confirman que se trata de un futbolista muy completo y el gran error o decepción ha sido llegar a su curso final de contrato sin haber alcanzado un acuerdo por más años.

Aclamado en Anoeta

El hecho de que lleven ya tres meses sin contactos entre el club y sus agentes no concuerda con las buenas sensaciones que transmitían desde Anoeta tanto en público como en privado. Tampoco era normal que la Real acabase la temporada sin hacer un nuevo intento para convencer a Merino y asumiera de forma resignada que iba a entrar en su última campaña de contrato con todo lo que ello conlleva, ya que, entre otras cosas, y aunque sea una mera formalidad, a partir del 1 de enero ya podría negociar formalmente con otros equipos. El mayor problema es que la Real parece haber llegado al tope que le puede ofrecer a Merino y por esa cantidad el futbolista no va a firmar su continuidad, entre otros motivos porque fuera le van a proponer unos emolumentos muy superiores, más propios de Champions que de la Europa League...

También hay que aclarar que hasta la fecha con el único equipo que ha hablado formalmente es la Real, a la que siempre ha dejado claro que está agradecido por todos estos años y donde es muy feliz. Estas buenas intenciones no se han visto plasmadas en las negociaciones que han mantenido con Aperribay.

En caso de traspaso, probablemente haya que esperar hasta el final de la Eurocopa, puesto que al pamplonés le gustaría estar tranquilo y sin distracciones en tierras alemanas. 

No deja de ser extraño que al acabar la temporada Anoeta se rindiera a los pies de Merino y le suplicara durante la vuelta de honor que se quedara y no pasara de esa misma noche que el presidente volviese a restablecer los contactos para tratar de llegar a un acuerdo que cada vez se antoja más lejano. Eso sí, tampoco descarten que a Aperribay le gusta mucho vender imposibles y luego aparecer casi con capa de superhéroe para solucionar todas las trabas posibles y presentar a bombo y platillo su renovación, que todavía es factible y no está descartada.

Cronología de los últimos meses

Basta con hacer una cronología a lo sucedido en los últimos meses para comprender que algo le ha sorprendido en fuera de juego a la dirección deportiva. En julio de 2020 firmó para otras cinco temporadas. Pieza fundamental para Imanol, que le proclamó, en una de sus comparecencias, como “el mejor jugador de la Liga”, lo que sin duda resalta la importancia capital que tiene en el juego, el navarro lo ha jugado todo y las pocas veces que ha estado de baja, porque ha demostrado en multitud de ocasiones ser inquebrantable, el rendimiento del equipo se ha resentido. 

En unas declaraciones efectuadas en diciembre en Milán, durante las horas previas de la decisiva visita al Inter, el presidente del club txuri-urdin se mostró muy relajado al referirse a la renovación de Merino: “No pasa nada, esa es la verdad. Estamos completamente tranquilos. Es un jugador muy importante, que lo está haciendo fenomenal, plenamente integrado. Hay que tener tranquilidad, no estamos hablando todos los días ni con él, ni con su entorno, pero no hay nada de que preocuparnos”.

No hay nada de que preocuparnos. Ese fue el resumen de sus declaraciones, para luego añadir para los más agoreros y escépticos: “Tenemos que entender también que los jugadores tengan legitimidad para pensar he estado siete años u ocho en la Real y voy a cumplir mi contrato. Mikel es una personal absolutamente integrada en la Real y que creo que va a acabar su vida deportiva en la Real, pero esto no tiene que ser una cárcel de oro, sino un proyecto en construcción y Mikel es de los principales arquitectos que tenemos en la construcción de este proyecto”. Va a acabar su carrera en la Real. La sensación es que el presidente estaba demasiado relajado y confiado.

La incertidumbre de Olabe

Roberto Olabe tampoco se le notó demasiado sobresaltado, en su comparecencia del cierre de temporada, aunque al menos reconocía que tenían cierta inquietud: “El contexto del verano es complejo: Eurocopa, Campeonato de Europa sub’19, Juegos Olímpicos… Muchos focos alumbrando. Sabéis cuál ha sido la voluntad del club respecto a Mikel, convencerle de que este es su lugar. Estamos a junio, no hemos renovado. Mentiría si dijera que no siento inquietud, por lo que supone Mikel en el mercado actual. No creo que esté buscando cualquier cosa para irse de la Real. Mikel está a la altura de no cualquier cosa. Hay clubes importantes, pero todavía es pronto, porque no se ha movido nada. Siento inquietud. En marzo mostraba cierta tranquilidad respecto al futuro, pero en junio las partes todavía estamos esperándonos, el verano puede ser largo. Nuestra decisión está tomada y mostrada a Mikel. Nos gustaría seguir contando con él. No es sencilla la gestión de voluntades. Queremos seguir contando con Mikel y él lo sabe. Él merece este tiempo. Es una decisión de vida, su último contrato importante. No está ocurriendo nada en junio, pero hay una Eurocopa. Estamos trabajando en el supuesto de que Mikel va a estar con nosotros”. 

Es decir, estaban planificando con él en el equipo. “Nos encantaría que siguiese con nosotros. No es una cuestión de dinero. Es una cuestión de vida y ahí cuenta todo. Si fuese así, os había dicho que es imposible. No creo que Mikel haya pensado en irse. Su espera no está basada en un me quiero ir”. Además de mostrarse más partidario de contar en su último año con él en lugar de buscar un traspaso: “Podemos llegar a la conclusión de que preferimos el rendimiento al dinero en su momento. Son varias voluntades. No se está dando ese escenario hoy. Es un jugador poco sospechoso. El club está haciendo cosas extraordinarios. El status de este jugador era muy diferente hace seis años. La Real construye valor y pone jugadores en valor. Estamos orgullosos de que hoy Mikel no es el que llegó en 2018”.

Lo que tampoco ha ayudado a calmar la enorme tensión que se palpa en la afición por la posible marcha de Merino han sido sus declaraciones en estos últimos meses. Sin apenas entrevistas personales y con un mensaje frío y ambiguo que acababa por no resultar nada convincente. La última vez la pasada semana en la concentración de España: “No me gusta escuchar este tipo de cosas a no ser que sean de verdad y en última instancia. Hasta que no haya algo definitivo no voy a tener noticias. Tengo claro que este tipo de informaciones las dejo que las gestione mi representante. Él me respeta, y hasta que no haya algo definitivo no habrá noticias. Lo que leo en redes y me dicen mis compañeros se queda ahí”.

Le Normand y Merino

Incluso declaró que veía bien que le relacionasen con otros clubes, al considerarlo beneficioso para la Real: “Cualquier rumor de mi vinculación a otro equipo me lo tomo como positivo de cara a mi club. Estoy jugando bien y es bueno que suenen equipos y que jugadores de la Real estén en el escaparate. Le damos cero importancia a esos rumores”.

Lo que no admite discusión es que, como se confirmen las salidas de Robin Le Normand, el mejor defensa de la plantilla, y de Merino, el futbolista más importante del plantel y auténtico termómetro del equipo, supondría el final de un ciclo y el comienzo de una nueva era. Desde luego, no son noticias nada tranquilizadoras y la afición txuri-urdin asiste acongojada a un verano largo y con cambios. Y lo que queda...