En Subiza siguen de vacaciones

Es como la historia que se repite, el mismo perro pero con distinto collar. El sol sale pero no en Sotoburu. El Subiza vuelve a caer por segunda vez ante los aragoneses en lo que va de temporada.

El encuentro arrancaba con un susto de los visitantes, que salvaba Larrión. La jugada terminaba con un balonazo a las inmediaciones de Sotoburu, despidiéndose de ese balón para siempre. El gol no tardaría en llegar, después de un auténtico regalo del guardameta del Subiza, Rafa Fernández, que confundía al visitante, Fedior, con uno de los suyos. Todo terminaba con el primer tanto del Ejea. El segundo llegaba apenas seis minutos después, de la mano de Ginoves, que conseguía sacar la patita y encajar el segundo. Rodri ponía el colofón final de una primera parte perfecta de los aragoneses. El Subiza se marchaban rápido a los vestuarios, como si allí estuviese la clave del éxito o algo parecido.

Segunda mitad, pizarra en blanco, y el encuentro continuaba en Sotoburu. La tercera caída de Asirón sobre el terreno de juego hizo que no pudiese continuar. Se marchaba cabizbajo por los laterales del campo hasta llegar al banquillo, con vendajes en su pierna derecha. El gol de Palmás, tras la lesión de Asirón, subía el quinto al marcador. El Subiza necesitaba maquillar el marcador y no irse de Sotoburu con las manos vacías. Los rojillos conseguían el primer tanto para la remontada, pero era demasiado tarde para soñar con resurgir de aquel pozo sin fondo.

Los de César Monasterio querían el segundo de su propio partido, para tratar de dejar un mejor sabor de boca para los aficionados, pero el golazo de Rodri terminaba de sentenciar una tarde para el olvido en Sotoburu.