El verano, en un sentido puramente gastronómico, viene casi siempre protagonizado por el melón y la sandía. La sandía y el melón. Es tan típico encontrar estos productos en las mesas de los hogares españoles que a veces surge una tonta discusión sobre el mantel, ¿qué es mejor, la sandía o el melón?

Como casi todo en la vida, todo es cuestión de gustos. Sin embargo, si nos ceñimos al valor y aporte nutricional el debate se complica un poco más. La una y la otra, además de ser muy demandadas durante la época estival, son muy ricas en agua y contribuyen a mantener una correcta hidratación del organismo. Asimismo, las dos son igualmente dulces y apetecibles en su punto álgido de maduración.

A rasgos generales y en cuanto a su valor alimentario, tanto el melón como la sandía tienen más de un 85% de agua, lo que hace que ambas presenten un bajo valor energético y sean consideradas como frutas hipocalóricas. Las dos son ricas en fibra, vitaminas, minerales y sustancias de acción antioxidante. Pero, ¿y qué hay de las diferencias?

  • Balance calórico. Mientras que la sandía contiene solo 28 kilocalorías, el melón posee 55 kilocalorías. No obstante, eso no quiere decir que el melón engorde más, ya que para afirmar esto con rotundidad habría que tener en cuenta otros factores.
  • Azúcares y fibra. La sandía aporta 5,6 gramos de hidratos de carbono, todos ellos, aproximadamente a partes iguales, moléculas de glucosa y fructosa. Es decir, por cada rodaja hay apenas un terrón de azúcar. Por su parte, en el melón, los hidratos de carbono son 12,4 gramos, de los cuales 1,6 son de glucosa libre, 1,3 gramos de fructosa y 9,50 de sacarosa, que es a su vez glucosa y fructosa. Por lo tanto, una rodaja de melón equivaldría a tres terrones de azúcar aproximadamente.
  • Porcentaje acuoso. Se refiere al porcentaje de agua que posee cada una de estas frutas. La sandía tiene un 90% de agua, en tanto que el melón presenta un 86% de agua.
  • Vitaminas. El melón es superior a la sandía en cuanto a su contenido de vitamina C, debido a que aporta 32 mg por solo 6 mg de la sandía. En cuanto a ß-carotenoides, el melón presenta 670 gramos y la sandía 175 gramos. En cuanto a la vitamina A, el melón aporta 112 gramos y la sandía 35 gramos. Sin embargo, la sandía gana en cuanto al ácido fólico, que aporta 4,5 gramos por 2,7 gramos del melón.

Pese a las diferencias y a que el melón engorde más que la sandía, no debemos olvidar que comer fruta es siempre beneficioso para nuestra salud y que por lo tanto ambas siguen siendo opciones ideales para incluir en nuestra dieta.