A todos nos ha pasado alguna vez. A pesar de tener en general bien calculado la cantidad de pan que se come en un día, a veces sobra y a veces falta. Dado lo que nos gusta el pan, en ambos casos nos sienta mal, si sobra se seca y se endurecer y salvo si lo empleamos en alguna receta como sopa de pan, migas o tostadas de leche, lo desechamos. Y si falta, precisamente por eso, porque falta.

Pero ambas situaciones pueden complementarse y darnos una solución. El día que falte pan, se puede recuperar una de las barras secas que hemos guardado. De paso también se evita el desperdicio alimentario.

El pan de hogaza es el que más tiempo aguanta en buena condiciones, sin secarse. Freepik

No hay que olvidar que el pan seco es solo eso, pan seco. Aunque cueste morderlo o se desmigue mucho cuando se rompe, no se ha puesto malo ni ha perdido ninguna de sus cualidades. Por ello sigue siendo aprovechable.

El truco para recuperarlo no es nuevo, nuestros abuelos ya lo empleaban, aunque sus panes tenían una vida más larga que los actuales. Simplemente se trata de usar la humedad y el calor para que recupere su textura tierna y crujiente original.

Lo primero es precalentar el horno a 220-230 grados. Cuando haya alcanzado esa temperatura, llega el momento de humedecer o mojar el pan seco. Bien se introduce en una bandeja honda llena de agua durante unos segundos o directamente se moja debajo del agua de un grifo. Una vez empapado, no demasiado, se mete en el horno durante unos cinco minutos sobre una rejilla y a media altura con calor arriba y abajo. Enseguida recupera la corteza su crujiente natural y la miga quedará esponjosa.

Durante se paso por el horno no hay que perderlo de vista ya que también se tostará, cogerá más color. Para evitar este peligro, una posibilidad es meterlo envuelto en papel de aluminio. De esta forma, el vapor de agua quedará dentro de la envoltura dándole la esponjosidad que le falta, pero después hay que volver a meterlo una par de minutos más sin envoltura para que la corteza se endurezca.

Este pan hay que consumirlo en pocas horas ya que no tarda demasiado, en comparación con el pan fresco realmente recién hecho, en volver a endurecerse.

Si lo del horno resulta un tanto engorroso, o la cantidad de pan que queremos aprovechar no es mucha, podemos hacer lo mismo al vapor. En una olla de vapor, o en una normal a la que podamos acoplar una canastilla con o un colador grande, ponemos a hervir agua. Cuando llegue ebullición, apartar del fuego, poner el pan el la rejilla o en la canastilla y tapar. Así, el vapor se encarga de llevar el pan a su justo punto. Unos cinco minutos bastan, pero hay que ir probando. La corteza no quedará tan crujiente, pero estará rica.

Es recomendable guardar el pan en una bolsa de tela o de papel, pero mejor en una panera de madera. Freepik

Cómo hacer que el pan dure más tiempo fresco

Un almacenamiento adecuado es esencial para que el pan no se ponga duro a las pocas horas y se mantenga con un sabor fresco y sea fácil de comer en todo momento. Estos son algunos consejos para retrasar todo lo que se pueda el endurecimiento del pan.

El pan debe conservarse a temperatura ambiente, a poder ser a una temperatura entre 14 y 18ºC, en un lugar seco, sin que le dé el sol, y almacenado en una bolsa de papel o tela o mejor en una caja de madera, en una panera ya que estos materiales le permiten respirar y conservar su humedad (evitando así que se reseque). Hay que olvidarse de las bolsas de plástico (a no ser que se vaya a congelar, que entonces son imperativas) y de meterlo en el frigorífico, donde se acelera su decadencia.

Algo que también hay que evitar es guarda el pan en trozos, en porciones ya que al tener la miga más expuesta perderá humedad más fácil y se secará antes.

Los panes de calidad duran más, lo que significa que no hay que comprar el industrial de las grandes superficies y buscar lo más artesanales. Además, también hay que buscar las piezas más grandes y de miga más compacta. Por ello, las hogazas duran más que las barras y las baguettes. Sabiendo que va a durar más tiempo en buenas condiciones se puede comprar más cantidad y no ir todos los días a la panadería.