Comenzó siendo la madre de Sofía Suescun pero ya se ha convertido en un personaje con entidad propia. Maite Galdeano le ha cogido el gusto a las redes sociales y pocas cosas le gustan más que comentar su vida a través de Instagram, donde lo mismo te cuenta que es extremadamente tacaña como le da consejos a Tamara Falcó, se ofrece a trabajar en una granja o felicita el cumpleaños a su hijo Cristian Suescun.

Una felicitación de lo más surrealista, en la que la exconductora de autobuses se ha dedicado por medio de diferentes stories a explicar el sufrimiento que le supuso el parto de su hijo mayor, que este domingo cumplió 36 años. “Hoy justamente hace 36 años que me resquebrajaba mi canal tan estrecho un grandullón llamado Cristian Suescun, que desde entonces ha sido mi talón de Aquiles. Llegó a pesar 3,600 kilos, Sofía le superó en peso, me lo sacaron con espátulas, que yo creo que debido a eso le dejaron algún cable mal colgando por ahí. Toda la noche dilatando y no había manera. Fue horrible, horrible pero horrible”.

Además, relató la decepción que sufrió al ver a Cristian por primera vez. “Cuando en la residencia Virgen del Camino estuve toda la noche pariendo, imaginaos qué angustia, que no existía la epidural, palo seco, y encima no me hacían ni caso. Cuando saliste tú, Cristian, me llevé una gran decepción porque yo esperaba un bebé moreno con el pelo gordo como nosotras y de repente veo un alemán con el pelo amarillo, blanco nieve. Dije: ‘Este no es mío, colega’. Enseguida deduje: este es de los espíritus del ser (su expareja). Yo me esperaba un hijo moreno porque es normal que predomine más la morenez negra y la piel, en mi familia somos todos así, nacíamos con melena y la monja nos tenía que cortar el pelo al nacer. Todas, mis hermanas, mis primas, toda la raza”.

Los hermanos Galdeano, muy morenos de pequeños.

Los hermanos Galdeano, muy morenos de pequeños. Instagram (@maite_galdeano_)

Después mostraba fotos de aquella época y recordaba la paradisiaca luna de miel que tuvo. “Me fui con 17 años de viaje de novios a Logroño, comiendo el típico pincho de champiñón. Flipad con lo miserable que era la persona que me embarazó. Estaba yo toda escocida, con una infección de orina terrible, relataba en otra de las stories, antes de que se le oyera de fondo a su hija Sofía: “Mamá, ¿no te aburrías 14 años con el mismo hombre?”. Su respuesta fue contundente: “Sí, pero te deja anulada un cerdo de estos”. Y explicaba cómo cuando tuvo el hijo siguió viviendo en casa de sus padres sin saber cómo criar al niño. "No sabía nada, lo crié como un muñeco. Mis hermanas y yo nos entreteníamos metiéndolo en el armario, jugando con él como si fuera un muñeco".

Y ya que había citado a una monja aprovechó para realizar una sorprendente declaración: tiene un hermano y una hermana que fueron, según ella, robados por una religiosa. “Una de las monjas le robó y le sopló a mi madre una niña, la primera. Y luego cuando mi madre justo al año tuvo otro, se puso malito el niño con un mes, lo llevaron a urgencias, se lo metió el médico para dentro y le dijo a mi padre: ‘Ay, Narciso, si lo hubieras traído antes te lo habría salvado’. Y también se lo robó. Pensamos que uno está en Zaragoza y la otra no sabemos dónde está”.

Entonces hizo un llamamiento para encontrarlos, utilizando el altavoz que le dan sus 160.000 seguidores en Instagram. “Si te pareces a mí, si tienes mi misma voz, rasgos, algo que te caracteriza..., ponte en contacto en Instagram conmigo, por favor”.