A mediados de octubre se produjeron dos hechos en las redes sociales que alertaron a los seguidores de Amaia Montero y evidenciaron que algo no iba bien en la vida de la exvocalista de La Oreja de Van Gogh. Primero fue su reacción con su hotel habitual de Biarritz, al que envió emoticonos de cacas y criticó con un desconcertante audio que después borró.

Y sobre todo, la foto que publicó dos días después en Instagram, en la que se la veía totalmente desmejorada, despeinada y descuidada, algo impropio de una persona que busca cuidar tanto su imagen. Y a la que añadió: “Si la esperanza es lo último que muere y todavía no la he perdido, de qué me sirve la vida?”, a la vez que en los comentarios reconocía a una seguidora que estaba “destruida”.

Por suerte, la irunesa tuvo siempre a su familia muy cerca y muy pendiente de su estado de salud y terminó, unos días después, ingresada en la Clínica Universidad de Navarra, donde ha permanecido casi un mes. Ahora se encuentra descansando en su domicilio y además por fin ha borrado esa preocupante foto de su Instagram.

La revista ¡Hola! ha desvelado ahora el motivo real del ingreso de la cantante guipuzcoana, algo que por otro lado no resulta sorprendente: Amaia Montero sufrió ansiedad y estrés ante el disco en el que había trabajado y que iba a salir publicado en poco tiempo, a principios de 2023. Este revés de salud ha provocado que los médicos le recomienden seguir con su reposo y olvidarse por ahora de su trabajo.