Este verano, Verdeliss y su familia numerosa se lanzaron a la aventura con un viaje diferente a lo habitual: un road trip de 4.000 kilómetros por Estados Unidos. La particularidad es que, aunque lo grabó todo, decidió no compartir nada en directo. Cuando ya el viaje llegaba ha ido enseñando a sus seguidores la experiencia completa. Una manera de desconectar de las redes, vivir el momento y contar la historia después, “al revés”.

El itinerario

El recorrido comenzó en Denver, bajo un calor sofocante que obligó a la familia a buscar refugio en las fuentes frente a la Union Station. Desde allí visitaron Red Rocks, un lugar que fascinó especialmente a los hijos de la "influencer" por su vinculación con los dinosaurios. Fue en Colorado donde probaron el helado “yankee”, una montaña de hielo rallado cubierta de siropes de colores que se convirtió en uno de los pequeños placeres del viaje.

Tres maratones en tres estados de EEUU en una semana: el nuevo reto de Verdeliss Instagram

El camino continuó hacia Aspen, atravesando la panorámica State Highway 82, una carretera rodeada de montaña, donde puede que incluso se puedan ver osos. Allí Verdeliss dio inicio a un reto personal que marcaría buena parte de la experiencia: “3 estados, 3 maratones en una semana”. La primera prueba fue en plenas Montañas Rocosas, donde consiguió alzarse con la primera posición entre las mujeres.

El itinerario incluyó también un desvío hacia Dakota del Sur para visitar el Monte Rushmore, el famoso monumento con los rostros de cuatro presidentes tallados en la roca, un esfuerzo extra que según la "influencer" “mereció totalmente la pena”. Más adelante, la familia se adentró en Utah, considerado la cuna de la comunidad mormona. Allí Verdeliss afrontó su segundo maratón, que comenzó de noche. La oscuridad le jugó una mala pasada y una caída contra un bordillo le provocó molestias físicas, aunque consiguió terminar la carrera.

Acabando la ruta

El broche final del viaje fue en San Francisco, donde la "influencer" corrió la tercera maratón del reto. Llegó a la meta con dolores en la cadera, el isquio y la rodilla, pero logró cumplir el objetivo que se había propuesto. Pero para tranquilizar a sus seguidores, aseguró en redes sociales que con reposo las molestias remitieron.

Entre las etapas principales también hubo paradas inevitables en lugares icónicos como Las Vegas o Los Ángeles, donde la familia disfrutó de pequeños respiros antes de seguir la ruta.

En definitiva, las vacaciones de Verdeliss fueron una mezcla de aventura en familia, superación personal y desconexión digital. Un viaje de miles de kilómetros en el que vivió primero y compartió después, dando la vuelta a la manera en la que suele relacionarse con sus seguidores y demostrando que, a veces, desconectar es la mejor forma de conectar.