Cuando compras una casa, vas amueblando poco a poco cada una de sus estancias con mucha ilusión y esmero. Pones todo a tu gusto, teniendo en cuenta hasta el más mínimo detalle a la hora de colocar cada cosa en el sitio más adecuado. 

Durante un tiempo disfrutas de unos espacios despejados y libres de obstáculos y de unos armarios ordenados en los que, curiosamente, hasta queda algo de espacio libre. Sin embargo, con el paso de los años, vas acumulando multitud de objetos que dan a tu hogar un aspecto desordenado y desaliñado

Desprenderte de todas esas cosas innecesarias, y muchas de ellas absolutamente inútiles, te harán ganar un poco de espacio extra en tu hogar y hacer de él un espacio lleno de armonía. A continuación te mostramos una lista de diez de estos objetos:

1- Cargadores antiguos de dispositivos electrónicos. Deshazte de esa caja llena de cargadores de móviles, tablets u ordenadores portátiles que ya no usas y que probablemente ni siquiera tienes ya en casa. Entrégalos en un punto limpio desde donde los llevarán a la planta de reciclado.

2- Cintas VHS, CDs y DVDs. Sé realista y convéncete de que ya no podrás ver ni escuchar esas cintas, cds y dvds que tienes acumulando polvo. Los aparatos en los que se reproducían todos esos recuerdos de tus viajes de estudios, bodas, bautizos y comuniones o tu música favorita de décadas pasadas, se han estropeado o ya no tienen un lugar en tu mueble. Pasa su contenido a un disco duro y libera un poco de espacio en tus estanterías.

Dispositivos de almacenamiento retro. Freepik

3- Guías telefónicas. Hace muchos años que ya no existen, pero seguro que en algún rincón de esos cajones atiborrados de cosas tienes escondida, aunque no lo sepas, una guía de teléfonos, una auténtica reliquia en estos tiempos.

4- Revistas viejas. Semana tras semana vas amontonando esas revistas que no tienes tiempo de leer, pero que estás seguro de que en algún momento podrás echarles un vistazo. De esta forma, acabarán formando una pila de varios centímetros que ocuparán en tu estantería un sitio precioso y en la que se acumulará de todo menos actualidad.

Revistas abiertas apiladas. Freepik

5- Manuales de instrucciones. Mientras que ahora es sencillo encontrar en internet el manual de instrucciones de cualquier electrodoméstico, hace años se guardaban como oro en paño para recurrir a ellos si el aparato fallaba. Mira bien porque es posible que conserves en casa manuales de instrucciones de algunos electrodomésticos que ya ni siquiera tienes.

6- Tarjetas de visita. Hace décadas era habitual hacerse en la imprenta con una cajita de tarjetas de visita. En ellas figuraban datos como el nombre y los apellidos, la dirección, el teléfono e incluso, en algunos casos, la profesión. Si perteneces a alguna de esas generaciones, seguro que aún tienes alguna de esas cajitas ocupando un rincón en una estantería.

Tarjetas de visita en blanco. Freepik

7- Material de oficina inservible. Piensa en la cantidad de bolígrafos o rotuladores secos que acumulas en botes o todas esas libretas llenas o agendas de años atrás que ya no te sirven para nada. 

8- Juegos incompletos o juguetes en mal estado. Guardar juegos a los que les faltan piezas o juguetes rotos no tiene ningún sentido, ya que solo te servirán para acumular polvo.

Juguetes rotos tirados por el suelo. Freepik

9- Bolsos y monederos. Tienes guardados en armarios o percheros bolsos y carteras que en su día se vieron relegados por otros nuevos. Sé consciente de que las modas cambian y probablemente nunca más vuelvas a usarlos. 

10- Llaves antiguas. Seguro que en tu casa tienes un cajón en el que se acumulan una serie de llaves que nunca vas a usar porque ni siquiera sabes de qué puerta son. 

Llaves antiguas sobre una superficie de madera. Freepik

Desprenderte de tus cosas no siempre te resultará fácil, pero piensa que se trata de objetos inservibles que seguramente nunca vas a echar en falta. Por el contrario, lograrás darle a tu hogar un nuevo aspecto más limpio y ordenado, lo que acabará repercutiendo en tu bienestar físico y mental. ¡Inténtalo, seguro que merece la pena!