"Con un promedio de 147 l/m² para el conjunto de la España peninsular, estuvo cerca de alcanzar el doble de la precipitación normal para este mes", comentaba la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), en relación al pasado mes de octubre.

Un mes en el que, por supuesto, no faltó el paraguas. Un objeto, como bien se sabe, diseñado para proteger a las personas de la lluvia y, en algunos casos, del sol. Disponible en una amplia variedad de estilos, tamaños y colores, adaptándose a las necesidades y preferencias de las personas en todo el mundo.

Eso sí, con el uso y la exposición a la humedad, los paraguas pueden deteriorarse, oxidándose las varillas y perdiendo su atractivo. Para evitar que esto ocurra, los expertos recomiendan sécalo completamente después de usarlo, dejarlo abierto en un lugar ventilado y aplicar lubricante o vaselina en las varillas para prevenir la oxidación. También se aconseja lavar la tela de manera ocasional con agua tibia y detergente suave y almacenarlo en un lugar seco. Según los expertos, optar por paraguas de calidad, con varillas de aluminio o fibra de vidrio y telas tratadas, garantiza mayor durabilidad y resistencia a la corrosión.

Cómo quitar el óxido de las varillas paso a paso

Para eliminar el óxido de las varillas del paraguas hay diferentes métodos. Uno de ello consiste en aplicar sal sobre las zonas corroídas y rociarlas con unas gotas de zumo de limón. Dejar que los ingredientes actúen durante una o dos horas y cepillar las áreas afectadas con un cepillo de cerdas duras.

También de puede optar por preparar una pasta con bicarbonato y unas gotas de zumo de limón y aplicarlas sobra la zona que se desea limpiar. Dejar que la combinación de ingredientes actúe durante una hora y retirarla con un paño húmedo.

El papel de aluminio también puede ser un aliado para quitar el óxido de las varillas del paraguas. Quienes lo utilizan recomiendan cortar unas tiras gruesas de papel de aluminio, humedecerlas con agua y frotar sobre el metal oxidado. Una vez que el óxido haya desaparecido, solo quedaría secar bien las varilla con un paño seco.

Otra opción es hacer uso de vinagre blando. Este reacciona con el óxido y lo disuelve. Para conseguirlo, los especialistas recomiendan mojar papel de aluminio con vinagre y frotar las varillas.