El Feng Shui es una práctica tradicional china que busca equilibrar la energía en los espacios donde vivimos. La energía es algo que no se puede ver ni tocar, pero está presente en un conjunto de objetos que tenemos a nuestro alrededor. Por eso, esta disciplina se basa en el estudio de la energía. Y es que, a pesar de no ser algo tangible, se encuentra en todas partes y solo el individuo es capaz de controlarla.

El Feng Shu se remonta a más de 5.500 años. Los antiguos emperadores usaban como referencia esta disciplina para construir sus palacios. En sí, esta antigua práctica filosófica trata de construir un ambiente armonioso, ya que así se consigue mantener un espacio limpio y organizado, incluyendo directamente en el bienestar de las personas que ocupan dicho lugar. En caso de no cumplir con los requisitos, puede resultar un ambiente cargado de estrés y ansiedad.

Por eso, a través de sus principios sería ideal diseñar espacios que favorezcan el cumplimiento de metas energéticas. De esta manera, la ubicación de los objetos puede modificar incluso la forma en que cocinamos, mostrando así el impacto que puede tener en la vida cotidiana.

El Feng Shui en la cocina

La cocina puede influir directamente en la energía del hogar y también en la motivación para cocinar. La realidad es que, si no te gusta cocinar y sueles comer cualquier cosa, es muy probable que ese espacio no tenga un buen Feng Shui. Por ello, esta disciplina asiática propone una serie de ideas que pueden hacer de la comida una experiencia positiva.

Separar el fuego del agua

Uno de los principios esenciales del Feng Shui es evitar la cercanía entre el elemento del fuego y el agua. Por ejemplo, los electrodomésticos (hornos, estufas, microondas…) son elementos opuestos que no deben de estar cerca, ya que sus energías interfieren entre sí. Por eso, se recomienda colocar objetos de madera o incluso alguna planta aromática para equilibrar.

Mujer cocinando.

Posición al cocinar

No debe cocinar de espaldas a la puerta de la cocina. Esta posición no es ideal, ya que representa a la desprotección. Puede que la solución no resulte sencilla, por eso, una buena opción es añadir espejos o superficies reflectantes para contrarrestar la sensación de intranquilidad.

Colores adecuados en la cocina

Para el Feng Shui, la cocina pertenece al elemento fuego, por lo que un exceso de color podría desbalancearlo. Se recomienda evitar el color negro y el azul, ya que apagan a la energía del fuego.

Cocina equilibrada

La comodidad y la funcionalidad del espacio no deben de pasar desapercibidos. Es mejor tener todos los utensilios al alcance cuando se cocina y evitar tener cosas guardadas en los armarios superiores a los que la persona no llega nunca. Con estas pautas, la energía de la cocina del hogar será armónica y equilibrada.